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Esto, que no es nuevo ni original, sin embargo nos otorga una visión muy singular de lo que
siempre hemos denominado pomposamente como El Cuerpo de Cristo. Porque nos habla de una
ejecutividad que sólo tiene el cuerpo, pero en subordinación total a la orden de la cabeza.
Y también nos muestra que cada uno de nosotros, ya sea en grupo o por separado, somos una
parte de la entidad llamada Cristo. Y que si actuamos con nuestras propias ideas y conceptos humanos,
dejamos de consumir ese pan y pasamos a consumir pan de cizaña, si seguimos con los símbolos
aprendidos.
(27) Y tomando la copa, y habiendo dado gracias, les dio, diciendo: bebed de ella todos;
(28) porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para remisión de
los pecados.
Hago un paréntesis aquí, un alto, una estación, un stop, para que puedas reflexionar un
momento sobre lo leído. ¿Es el nuevo pacto? Lo es. ¿Es con sangre de cruz? Lo es. ¿Y con qué
símbolo lo realiza? Con el vino.
Entonces, podemos decir que hoy el vino es el símbolo de la sangre de Jesús? Sólo para la
celebración de la Santa Cena. ¿Y en todo lo demás? En todo lo demás, el vino ha sido, es y será
símbolo de la revelación. Ahora sí vayamos al verso clave.
(29) Y os digo que desde ahora no beberé más de este fruto de la vid, (Es decir: el vino, la
revelación) hasta aquel día que lo beba nuevo (Cuidado; dice nuevo, no “de nuevo” que es como si
dijera nuevamente.) con vosotros, (Con nosotros) en el reino de mi Padre.
Repasa un momento lo leído. Jesús dice que no acudirá más a la revelación hasta que llegue el
momento de una desconocida, nunca antes dada a los hombres, que compartirá con todos nosotros, en
el ámbito espiritual del Reino de Dios. Eso es hoy y ahora, si es que te atreves a aceptarlo, creerlo y
ponerlo por obra sin dudas ni desconfianzas.
Seré más claro con esta otra óptica de lo que tantas veces te predicaron y te enseñaron. Todo el
caudal de revelación que la iglesia ha recibido de parte de Cristo merced al trabajo del Espíritu Santo,
será aumentado y renovado a full cuando militemos en el Reino.
¿Es que entonces debemos entender que aún no pertenecemos a ese Reino? No he dicho eso.
Sólo reflexiona si tu vida cotidiana tiene que ver, aunque más no sea parcialmente, con todo lo que has
venido leyendo como indispensable para formar parte de ese Reino. ¿Lo tiene? ¡Gloria a Dios! ¿No lo
tiene? Prosigue a la meta, la carrera es larga.
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