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Aquellos que dan crédito a sus mentiras e ilusiones manifiestan pecado, enfermedad y muerte. Y
no interesa en lo más mínimo si esas mentiras son de alto calibre, como podría ser una doctrina
aparentemente santa, o de bajo calibre, como lo sería la práctica de alguna disciplina oriental
aparentemente inofensiva.
Dios no maldice a toda esa gente, ya que ellos se destruyen a sí mismos siguiendo a las
tinieblas, la codicia, el egoísmo y el odio. Todos aquellos, cuyas obras son buenas y operan en la luz,
abren su corazón y entendimiento ante la bondad de Dios.
El mundo no necesita una nueva religión. El mundo no necesita llenarse de nuevos templos de
nuevos credos, lo que el mundo necesita desesperadamente, es ser expuesto a la verdadera luz de
Cristo. ES lo único que lo sacará de su ostracismo de muerte.
132 - Agentes de la Contaminación
Aquellos que tienen ojos para ver y oídos espirituales para escuchar lo que el Espíritu Santo está
diciendo, se van a regocijar con la revelación que Dios está impartiendo en estos tiempos. Dios dijo
“Sea la luz” y al hacer esto, impartió el final y el principio en forma simultánea.
Todo fue terminado en ese instante fuera del tiempo y del espacio. Después de esto, el cielo con
todas las huestes celestiales adoraban a Cristo. Es increíble como hemos minimizado esta palabra a la
luz de nuestras interpretaciones humanas, a veces, lindantes con historietas infantiles.
El mundo espiritual es real y es eterno. El espíritu del hombre entiende la eternidad, y tiene la
habilidad para acceder a esa dimensión ahora mismo. No sólo me resulta inconcebible, sino casi
ofensivo ver como, un hombre que es imagen y semejanza de un Dios que ES espíritu, en algunas
instituciones que dicen ser cristianas, lo nieguen o minimicen su poder.
Por supuesto, tú estás vivo en un cuerpo físico que percibe sus necesidades. La palabra
“percibir” es muy importante para entender esto, ya que tal y como hemos descubierto, la realidad es fe
y no sentimientos.
Así como los hombres y las mujeres que se relacionan tienen que establecer claramente las
diferencias entre sentimientos y sentidos, así también es bueno explicar que, las percepciones son el
resultado de nuestros sentidos, y aprenderemos que no son un indicador preciso de la realidad.
Las circunstancias que te abruman hoy, tan reales como parecen ser, ya han sido derrotadas.
Las condiciones que puedes estar experimentando en este momento son el resultado de decisiones
tomadas con falta de entendimiento.
¿Acaso esto significa que tu condición no tiene esperanza, y que a menos que Jesús regrese del
cielo, tu vida será miserable? ¡Absolutamente no! Yo sé muy bien que en muchos de nuestros lugares se
ha enseñado eso, pero déjame decirte que, en el mejor de los casos, han caído víctimas del error.
En muchas oportunidades, en la Palabra, Dios nos da a entender claramente que debemos
cuidarnos. Lo que está escrito no lo está simplemente para advertirnos de algo que puede o no puede
suceder, sino de algo que va a suceder en algún momento y con algunos de nosotros.
No puedes, cuando se trata de Dios, dar algunas cosas por sobreentendidas, tal como lo harías
con alguien cualquiera. Dios, por ejemplo, cuando te dice que te esfuerces y seas valiente, no te está