Pulsa aquà para seguir leyendo y descargar el ... - La Web Cristiana
Pulsa aquà para seguir leyendo y descargar el ... - La Web Cristiana
Pulsa aquà para seguir leyendo y descargar el ... - La Web Cristiana
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
232<br />
No, la gente no es estúpida; sólo tiene carencias y, quien le hable con palabras justas en tono<br />
con esas carencias, capta su atención primero, y su protagonismo directo, muy probablemente, a<br />
continuación.<br />
Bien; debo decirte con todo <strong>el</strong> dolor de mi alma, que comparándonos con cualquiera de esas<br />
hasta grotescas ofertas supuesta o pretendidamente “espirituales”, los cristianos no tenemos<br />
demasiados argumentos sólidos <strong>para</strong> convencer a la gente.<br />
Los muchos, (<strong>La</strong>mentablemente demasiados) cristianos que todavía entienden a la<br />
evang<strong>el</strong>ización como una metodología técnica de estrategias con la finalidad de convencer gente<br />
respecto a Dios, no resisten una confrontación contra cierta clase de int<strong>el</strong>ectuales.<br />
Debate contra debate, nuestro evang<strong>el</strong>io no prospera por una simple razón: no fue plantado <strong>para</strong><br />
debatirlo, fue plantado <strong>para</strong> aceptarlo, creerlo y ponerlo por obra. Así sí funciona. Y no me vayas a<br />
llamar soberbio cuando rechace debatir contigo cualquier minucia teológica.<br />
Veamos: ¿Quizás somos una manada de tontos sin demasiadas luces a la hora de mostrar<br />
nuestra fe o, -como mal se dice en algunas congregaciones- “vender” <strong>el</strong> “producto-Jesús”? No<br />
necesariamente.<br />
Lo que sí nos sucede es que, a la hora de argumentar nuestras convicciones, no encontramos<br />
esos argumentos con tanta facilidad. Y eso también tienen una explicación que no nos favorece<br />
demasiado, precisamente: no los tenemos encarnados en nuestras vidas cotidianas.<br />
Hagamos una simple prueba antes de salir a las calles a tocar las puertas de los inconversos.<br />
Tratemos de comprender lo que tenemos o, en todo caso, a qué área o sector espiritual pertenecemos.<br />
Porque andamos por la vida, (Si somos obedientes) diciéndole al mundo incrédulo que representamos a<br />
un Reino, <strong>el</strong> Reino de los Ci<strong>el</strong>os.<br />
Entonces ese mundo, que será incrédulo, impío, pagano y pecador, pero que no es ni tonto ni<br />
falto de int<strong>el</strong>igencia, lo mínimo que va a procurar saber es en qué se basa nuestra presunción de<br />
miembros de un Reino tan prestigioso como <strong>el</strong> de Dios.<br />
Porque <strong>el</strong>los no descreen de la existencia de un Dios. Lo que sucede es que, quieras o no, están<br />
esperando que la gente que dice representar a ese Dios en la tierra, muestre una faceta sobrenatural<br />
que los impacte, conmueva y desestructure. Siguen esperando.<br />
112 – ¿Por qué Rey? ¿Por qué Reino?<br />
(Lucas 22: 29) = Yo, pues, os asigno un reino, como mi Padre me lo asignó a mí.<br />
Listo. Debería ser más que suficiente que Jesús diga lo que dice, ¿No es así? Sin embargo,<br />
además de fundamentar debidamente esto nuestras pretensiones, además les coloca condiciones<br />
claras. Porque dice que <strong>el</strong> Padre le asignó <strong>el</strong> Reino, y que Él hará lo mismo <strong>para</strong> con nosotros.<br />
Y si revisamos un buen diccionario de lengua española, veremos que asignar significa, palabras<br />
más, palabras menos: señalar, fijar o establecer lo que corresponde a algo o alguien <strong>para</strong> un<br />
determinado objetivo. Destinar a un uso determinado, designar.