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Entonces, si el Reino es una dádiva, nadie podrá suponer que con rivalidades pequeñas se
podrán escalar peldaños de importancia en su seno. El Reino tiene jerarquías espirituales que son
definidas y decididas por Dios mismo, pero nunca por los hombres según sus reglas y conveniencias.
Yo me pregunto, a esta altura de mi vida y luego de haber caminado por el interior de algunos
templos evangélicos: ¿Todo ese liderazgo eclesiástico tiene conciencia de esto? En absoluto.
Demasiados de ellos actúan y se mueven como si Dios tuviera la obligación de refrendar sus
componendas políticas sectoriales.
Pero vayamos más allá en nuestras consideraciones. Alguien, en cierto momento y en torno a
este asunto, me preguntó casi sin anestesia. ¿Qué es lo que determina que un Reino sea un Reino?
¿Qué elementos específicos y precisos se deben tener presentes y en cuenta?
Porque, claro; sabiendo eso y pudiendo expresarlo, allí nos encontraríamos con el mejor libreto
de evangelización existente, al que debería sumarse la unción del Espíritu Santo, única conjunción
capaz de producir convicción de pecado, reconocimiento, arrepentimiento, perdón y redención. Todo
bajo el tradicional nombre de Conversión.
Un Reino es un territorio o un estado que se encuentra bajo el dominio y la autoridad de un rey.
Enterado de esto, se impone la pregunta siguiente: ¿Qué hace que un rey sea rey? O Dicho de otro
modo: ¿Qué hace que un rey sea verdaderamente rey? Más claro: ¿Un rey es un rey sólo porque
alguien le coloca una corona sobre su cabeza?
Comencemos por lo que hoy se conoce con las pruebas de ADN. No, no se trata de un simple
deseo, es algo sanguíneo. ¿Sanguíneo? Sí, es el ADN del Reino. ¿Y como se entiende eso? Simple:
Jesús no solamente murió por nosotros, también nos dio su sangre. ¿Estás entendiendo? ¡Que poco en
cuenta tenemos los cristianos a la sangre!
El segundo punto por el cual un rey es rey, es su mentalidad, su propia concepción de las cosas.
Porque no basta con creerlo, la razón es el serlo. La mente, -entiende- no es el cerebro. Nadie es rey
porque conozca las leyes; lo es porque las leyes son SU vida. Jesús, -recuerda-, no vino a abrogar la
ley, vino a cumplirla.
Finalmente, en este punto, deberemos convenir en que hay una estructura organizada a tal
efecto, esto es: un territorio físico que responde a su autoridad. Leyes, principios y un plan de extensión
de dominio. Recuerda que la palabra Rey, viene del latín Regis. ¿Significado? Regir. Esto es: gobernar,
dirigir, guiar o conducir una cosa.
113 – Viviendo como Reyes
Ahora bien; si todo esto es así como lo describo, entonces no puede cabernos ninguna duda que
Jesús es rey. Aunque los domingos cantemos ese himno que lo proclama como tal, lo real es que lo
creamos, lo consideremos y le obedezcamos como tal.
Y no estoy hablando por hablar: soy tan occidental como tú, tan latinoamericano como tú (Perdón
hermanitos europeos, aquí es personal entre mis hermanos de América y yo), y me cuesta ver y
entender la figura de un rey como te cuesta a ti.
Para los cristianos europeos, asiáticos y africanos, (Por eso pido disculpas en el párrafo anterior),
creo que es un poco más fácil. Llevan muchos años, pero muchos de verdad, viviendo monarquías
tradicionales y toda una historia que los hace, bien o mal, ver de otro modo estas cosas.