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Luego arribamos al libro del profeta Isaías. Y allí nos encontramos con menciones a diversos
terrenales, de los ídolos, de Babilonia, de Damasco y simbólicos. Pero entre todos estos hay dos
palabras proféticas, una sobre Cristo y la otra sobre Egipto que vamos a examinar porque contienen
depósitos espirituales para este tiempo y momento.
(Isaías 9: 1)= Mas no habrá siempre oscuridad para la que está ahora en angustia, tal como
la aflicción que le vino en el tiempo que livianamente tocaron la primera vez a la tierra de Zabulón
y a la tierra de Neftalí; pues al fin llenará de gloria el camino del mar, de aquel lado del Jordán, en
Galilea de los gentiles.
Dejando atrás el lado oscuro de la historia literal, las profecías de Isaías prometen un futuro
esperanzador. Aunque no precisa el momento en que ello ocurrirá, el Nuevo Testamento identifica esta
sección con Cristo y su reino.
Por eso conviene añadir, a simple título informativo, que tanto Zabulón como Neftalí, son
ciudades principales de Galilea capturadas por Asiria. Aunque todavía se desdeña a Galilea, el Cristo
prometido residiría allí, trayendo luz a los gentiles.
Llévalo ahora al hoy, a este tiempo presente y a una vida humana; la tuya, por ejemplo. La
Palabra de Dios revelada te está diciendo que cuando conozcas a Cristo, se acabará la oscuridad
interior que te acompañaba desde toda la vida, y que toda esa angustia aparentemente inamovible, dará
paso a una paz que sobrepasa todo entendimiento.
Sí, ya sé, no me digas nada. Ha sido leer, pensar un momento y anhelar. ¿Lo has vivido ya?
¿Quieres vivirlo hoy, ya, aquí y ahora? Sólo créelo y clama para que suceda en tu vida ya mismo, en
este mismo instante.
(2) El pueblo que andaba en tinieblas vio gran luz; los que moraban en tierra de sombra de
muerte, luz resplandeció sobre ellos.
Esto, hoy, no significa ninguna novedad para los creyentes genuinos. ¿Quién de ustedes,
teniendo a Cristo en su corazón, no ha recibido una nueva luz para poder ver, desde el espíritu, todas
aquellas cosas que en la vida anterior de pecado estaban ocultas por las tinieblas?
¿Quiénes, habiendo pasado por esa sombra de muerte que son las tremendas crisis que a
muchas personas les toca vivir, al aferrarse a la mano del Señor encuentran un resplandor de gloria que
los cambia total y radicalmente?
(3) Multiplicaste la gente, y aumentaste la alegría. Se alegrarán delante de ti como se
alegran en la siega, como se gozan cuando reparten despojos.
¿Qué otra cosa sino trabajo de evangelista es el de multiplicar la gente? Y en conocimiento de
esto, que yo creo que no puede ignorarse en ninguna iglesia ni en ningún seminario, ¿Cómo puede ser
que todavía se enseñen, practiquen y promocionen diversas “técnicas” de evangelización?
¿Nadie ha entendido que el único que puede multiplicar a nuestra gente es Dios mismo? ¿Nadie
ha leído y asumido que si el Espíritu Santo no otorga convicción de pecado, no hay forma de
arrepentirse, pedir perdón y ser redimido y salvo?
Él lo hace de la manera que ya ha sido anunciada y escrita en otros sitios de la Biblia.
Esencialmente, una conversión para, primeramente, por un estado de arrepentimiento que permite y