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(29) Respondiendo él, dijo: no quiero; pero después, arrepentido, fue.
(30) Y acercándose al otro, le dijo de la misma manera; y respondiendo él, dijo: sí señor,
voy. Y no fue.
(31) ¿Cuál de los dos hizo la voluntad de su padre? Dijeron ellos: el primero. Jesús les
dijo: de cierto os digo, que los publicanos y las rameras van delante de vosotros al reino de Dios.
(32) Porque vino a vosotros Juan en camino de justicia, y no le creísteis; pero los
publicanos y las rameras le creyeron; y vosotros, viendo esto, no os arrepentisteis después para
creerle.
Tú ya vienes observando con cuidado todo lo concerniente al Reino de los Cielos o Reino de
Dios. Tú ya sabes lo elemental respecto a él. Pero tú te compras una excelente y prestigiosa Biblia de
estudios y, al examinar este texto, hallas una anotación al pie respecto a su interpretación, que dice:
En estos textos del capítulo 21 del evangelio de Mateo, con versos que van del 28 al 32, Jesús
relata una parábola sobre el juicio. Y allí vemos que los pecadores arrepentidos de las faltas más viles
entrarán al cielo, pero no los religiosos hipócritas.
Entiende. No tengo absolutamente ninguna disidencia con el concepto básico. Será así como
dice aquí, sin dudas. Los arrepentidos de los pecados más viles tendrán preponderancia por sobre los
hipócritas religiosos, ¡Pero no para entrar al cielo, sino al Reino!
¿Y no es lo mismo, hermano? ¡No! Porque ingreso al cielo tiene que ver con salvación por
gracia, mientras que ingreso al Reino tiene relación con decisión personal con esfuerzo personal para
servir y ser útil conforme a las reglas y estatutos dictados por Dios mismo.
Creo que esta es la mejor explicación que puedo darte, (O quizás mi Señor te la esté dando por
mi intermedio), de la razón por la cual debí armar este trabajo en formato libro. La iglesia del Señor, no
ha sido enseñada ni ilustrada respecto al significado de Reino. Y muy mal podrías aspirar a entrar
primero, y a militar después, en un sitio que desconocemos.
¿Esto nos está queriendo decir, entonces, que es muy probable que, en el servicio al Reino de
los Cielos nos encontremos, de pronto, con ex prostitutas, asesinos, violadores u otras lacras sociales
arrepentidas, y no con afamados ministros o solemnes hermanos de toda una vida en la iglesia?
Quisiera decirte que no, que no será así, pero no puedo: esta palabra nos dice que sí lo será.
La parábola siguiente, de la cual extraeremos un nuevo concepto, pronuncia un juicio mucho más
severo sobre Israel, que es como decir, hoy, la iglesia. Que no sólo ha maltratado a los profetas de Dios
a través de los siglos, sino que además conspiraba para matar al Hijo de Dios. Exactamente a como se
está haciendo, (En sentido figurado, de hecho), hoy en muchos sitios que dicen ser cristianos.
(Mateo 21: 33) = Oíd otra parábola: hubo un hombre, padre de familia, (Este es Dios mismo),
el cual plantó una viña, (Un pueblo) la cercó de vallado, (Protección), cavó en ella un lagar, (Lugar
para probar a las uvas pisándolas en juicio), edificó una torre, (Lugar de difusión y proclamación de
autoridad), y la arrendó a unos labradores, (Nosotros), y se fue lejos.
(34) Y cuando se acercó el tiempo de los frutos, (amor, carácter, misericordia, compasión,
humildad), envió sus siervos (Ministros apostólicos) a los labradores, para que recibiesen sus
frutos.