Pulsa aquà para seguir leyendo y descargar el ... - La Web Cristiana
Pulsa aquà para seguir leyendo y descargar el ... - La Web Cristiana
Pulsa aquà para seguir leyendo y descargar el ... - La Web Cristiana
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
194<br />
En una carrera de r<strong>el</strong>evos, <strong>el</strong> que ya viene corriendo y <strong>el</strong> que comienza a correr, pasan por un<br />
momento en que corren juntos, es <strong>el</strong> momento de entregar la posta. Pero nosotros, vamos más o menos<br />
bien hasta que llega <strong>el</strong> momento de correr juntos.<br />
Ahí comienza la intimidación, la falta de seguridad. Que falta esto, que falta lo otro y al final nos<br />
tenemos que se<strong>para</strong>r. Definitivamente, tenemos que cambiar esa costumbre. Una costumbre que, dicho<br />
sea como al pasar, ha determinado más búsqueda de lucimiento personal que ejercicio de autoridad<br />
divina.<br />
Qué bueno sería si tuviéramos gente que haya corrido antes, corriendo ahora con nosotros,<br />
verdad? El verdadero éxito en nuestro medio, no es lo que hacemos durante nuestra vida, sino aqu<strong>el</strong>lo<br />
que se construye <strong>para</strong> bendición de la generación venidera.<br />
Hay ciertas dinámicas de éxito que no se pueden ni expresar hasta que tú hayas vivido cierta<br />
cantidad de tiempo. Hay algo, que llamamos éxito, que no podemos decir que lo tenemos hasta que no<br />
le podamos decir a nuestros hijos: te dejo una herencia, tómala.<br />
Ese, es un éxito que todavía no tiene ninguno de los que suponen, tienen gran éxito. Pero <strong>para</strong><br />
dejar herencia, hay que llegar a cierta edad con algo <strong>para</strong> dar. Todo lo que estamos viendo como<br />
herencia, son mega iglesias en manos de gente grande que va formando a sus hijos, hijas, nueras,<br />
yernos y nietos. ¿De eso estoy hablando? Ni lo sueñes. Eso es orden de Aarón; está extinguida.<br />
<strong>La</strong>s columnas, por otra parte, fíjate, emb<strong>el</strong>lecían los templos. Así debe ser hoy. <strong>La</strong> iglesia tiene<br />
que ser algo que emb<strong>el</strong>lece. No puede ser una cosa llena de espantapájaros que todavía hay por ahí<br />
ahuyentando perdidos con demandas imposibles de cumplir que, como corresponde, ni <strong>el</strong>los mismos<br />
cumplen.<br />
El mundo no quiere ni visitar sin compromiso eso. “¡Hermano...Satanás no nos deja!! Te has<br />
equivocado. Esa iglesia no los atrae porque hay muy poco de Dios en <strong>el</strong>la. Entiende: no hay ser humano<br />
que acepte ir a encerrarse entre cuatro paredes a nada. Tiene que haber algo. Y ese algo, no podemos<br />
ponerlo nosotros.<br />
Quiero aprovechar <strong>el</strong> tema, aquí, <strong>para</strong> decir algo que muchos han observado, pero que muy<br />
pocos (en realidad, yo no he oído a ninguno), se atreven a decir. <strong>La</strong> gente concurre a iglesias satánicas<br />
o a sectas diabólicas porque allí hay algo sobrenatural que los ha captado y engañado. Dios es<br />
sobrenatural, ¿Podrás entenderlo y creerlo de una buena vez?<br />
Yo quiero que tú puedas hablar de tu iglesia con fuerza. Que si eres ministro, pastor, le puedas<br />
decir a tu departamento o área: “Yo tengo <strong>el</strong> mejor departamento d<strong>el</strong> mundo”. Sigue trabajando hasta<br />
que se lo puedas decir.<br />
Tú tienes que decirle a tus estudiantes: ustedes son lo mejor que existe. Porque si tú no confías<br />
en lo que estás construyendo, ¿Quién va a confiar en ti? Empieza a creer en lo que estás haciendo.<br />
¡Posé<strong>el</strong>o! Ese es tu trabajo de ministro. Si no, cámbialo. Si tú no construyes, no maduras, no maximizas<br />
gente, cámbialo.<br />
Puedes decir: “Bueno… es que mi gente es linda…” Bueno; lindo es todo <strong>el</strong> mundo,<br />
especialmente si se está hablando de sí mismo. Pero no pueden decir que tienen gobierno, que tienen<br />
estrategia <strong>para</strong> crecer en su vida, que tienen principios establecidos en su familia <strong>para</strong> avanzar su niv<strong>el</strong><br />
de existencia.