Pulsa aquà para seguir leyendo y descargar el ... - La Web Cristiana
Pulsa aquà para seguir leyendo y descargar el ... - La Web Cristiana
Pulsa aquà para seguir leyendo y descargar el ... - La Web Cristiana
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
285<br />
Así que, mi amado hermano o hermana, estás prevenido. No importa que tan bueno te parezca<br />
algo que funciona y opera fuera d<strong>el</strong> Reino. No sirve y es objeto de aborrecimiento por parte de Dios.<br />
Si quieres ingresar y servir con exc<strong>el</strong>encia, deberás dejar todo eso atrás.<br />
De allí la com<strong>para</strong>ción metafórica con una perla cultivada. ¿Quién es <strong>el</strong> que puede determinar si<br />
una perla es auténtica o falsa? Aqu<strong>el</strong> que conoce de perlas. ¿Quién puede discernir si lo que opera en tu<br />
iglesia o en tu vida es <strong>el</strong> Reino o una imitación? Aqu<strong>el</strong> que tiene al Espíritu Santo guiándolo a toda<br />
verdad.<br />
Desde la misma Palabra nos salta a la vista que <strong>el</strong> Reino tiene, en sí mismo, contundente y<br />
preciso poder s<strong>el</strong>ectivo. Está capacitado <strong>para</strong> se<strong>para</strong>r lo verdadero de lo falso sin errores. Eso,<br />
traducido a idioma teológico, significa juicio.<br />
Y es lo verdadero lo único que puede hacerse de las llaves de ingreso al poder d<strong>el</strong> Reino de<br />
Dios. Y lo verdadero está compuesto por hombres y mujeres que viven conforme a los dictados de<br />
Dios, no por credenciales o rudimentos humanos.<br />
Esos hombres, independientemente de la autoridad que por obediencia y fid<strong>el</strong>idad les embarga,<br />
tienen otra condición excluyente <strong>para</strong> los miembros d<strong>el</strong> Reino: humildad. No verás a ningún soberbio<br />
formando parte de él, así sea alguien con fama y prestigio quizás hasta bien ganados.<br />
De allí que, quien suponga que estudiando o rindiendo importantes materias de teología logrará<br />
hacerse un lugar en ese Reino, está equivocado. Solo la transparente candidez de un niño es <strong>el</strong><br />
<strong>el</strong>emento básico <strong>para</strong> su acceso.<br />
Hay una ropa exclusiva <strong>para</strong> ese Reino. Son las vestiduras blancas que ni Satanás ni sus<br />
demonios pueden usar ni imitar. Sólo aqu<strong>el</strong>los que puedan exhibirlas por natural condición interna y<br />
externa podrán acceder. Es sin mancha y sin arruga, recuerda.<br />
Recuérdalo tú y muy especialmente nosotros, los que suponemos contar con los <strong>el</strong>ementos<br />
suficientes como <strong>para</strong> proclamarlo. <strong>La</strong> Palabra dice que se nos demandará mayor responsabilidad,<br />
ya que por exceso de int<strong>el</strong>ectualidad u otra contaminación podríamos llevar gente al error.<br />
Esto, independientemente de las equivocaciones humanas, tiene que ver directamente con las<br />
estrategias de una guerra abierta y declarada entre ambos reinos. El Reino de Dios, al cual<br />
pertenecemos, libra permanente batalla con <strong>el</strong> reino de Satanás. Tú participas <strong>para</strong> aqu<strong>el</strong> en donde<br />
está tu corazón.<br />
Y si nuestro corazón está donde debe estar, <strong>el</strong> mandato de Dios será cumplimentado<br />
debidamente sin que nadie tenga que recordárt<strong>el</strong>o semanalmente. Y ese mandato es, precisamente, <strong>el</strong><br />
de predicar <strong>el</strong> evang<strong>el</strong>io que dice que <strong>el</strong> Reino de los Ci<strong>el</strong>os se ha acercado. No hay otro.<br />
Porque se trata de Dios, ¿Sabes? Y de Su Reino, que Él deja a nuestro cuidado como ese<br />
hombre acaudalado dejaba su fortuna: <strong>para</strong> que quienes la debían administrar, lo hicieran de tal modo<br />
que lograran utilidades y ganancias. Por eso la Palabra exige que seamos buenos administradores. Y<br />
no está hablando de dinero, claro está.<br />
Dios lo preparó <strong>para</strong> nosotros –dice la Biblia-, antes de la fundación d<strong>el</strong> mundo. ¿Tienes idea<br />
de cuando fue esto? Creo que no, ninguno la tenemos. Pero si <strong>el</strong> mundo es <strong>el</strong> sistema debajo d<strong>el</strong> cual<br />
hoy nos movemos, <strong>el</strong> Reino fue creado antes de la consolidación de todos los sistemas imperantes,<br />
razón por la cual no podrá ser conmovido ni perturbado por ninguno. ¿Está claro?