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Costumbres Terrenales
Creemos que el mundo visible es real ya que lo percibimos a través de nuestros sentidos. En
otras palabras, si podemos tocar, probar, oler, ver o escuchar, entonces asumimos que es “real”. Este
descubrimiento filosófico es relativamente nuevo y, obviamente, no me pertenece su hallazgo.
Sin embargo, la ciencia reporta que la persona común y corriente está consciente de su medio
ambiente solamente entre seis a diez segundos por minuto. Quizás tú seas capaz de pensar en las
implicaciones de esta declaración por lo menos en los siguientes diez segundos. Si lo haces, habrás
entendido algo más en tu vida.
Aunque nuestro cerebro llega a procesar hasta un máximo de cuatrocientos billones de bytes
(Conjunto formado por 4, 6 u 8 dígitos binarios o bits, que constituye la unidad de transmisión de
información) de información por segundo, (¡Casi nada!), nosotros somos conscientes solamente de dos
mil. Esto significa que conscientes o no, de todas maneras no alcanzamos a percibir una gran parte del
mundo visible.
Por lo tanto, aunque creamos que podemos juzgar la realidad con nuestros sentidos, hay una
gran cantidad de información que se está perdiendo continuamente. Y para que esa información no se
pierda, deberíamos utilizar a full nuestros sentidos.
La ciencia nos ha convencido por repetición de ideas, (Viejo artilugio de los “lavados de cerebro”
doctrinales) que los sentidos son cinco, y nosotros hemos vivido nuestras vidas físicas y naturales en
función de ellos. Hasta que no entendamos que estar en Cristo y entrar al Reino nos proporciona otros
que no figuran en estas nóminas, no terminaremos de ser útiles en el servicio al Rey de Reyes.
116 – La Libertad de las Culturas
He oído a algunos predicadores que navegan en las profundidades de la Palabra, y que son los
únicos por el momento que se atreven a hablar del Reino, expresar que los creyentes que formen parte
de él, tendrán que adoptar su cultura. Han dicho cosas tales como: “creyentes con cultura de Reino”.
Eso ha despertado mi interés por indagar, por escudriñar, por ir más allá de lo visible. Allí es
donde me he preguntado: ¿Tiene el Reino de los Cielos una cultura singular? De la escucha y la lectura