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007 - Cuestión de Jurisdicción<br />
El libro de los Números, ese que tanto trabajo te cuesta leer por causa de sus largas<br />
genealogías, trae un par de menciones a la devastación d<strong>el</strong> reino de los amorreos y a una cesión que<br />
Moisés tiene <strong>para</strong> con <strong>el</strong> de Sehón. Pero hay un texto muy singular que rescatamos <strong>para</strong> incorporarlo a<br />
nuestro trabajo.<br />
(Números 24: 1)= Cuando vio Balaam que parecía bien a Jehová que él bendijese a Isra<strong>el</strong>,<br />
no fue, como la primera y segunda vez, en busca de agüero, sino que puso su rostro hacia <strong>el</strong><br />
desierto; (2) y alzando sus ojos, vio a Isra<strong>el</strong> alojado por sus tribus; y <strong>el</strong> Espíritu de Dios vino<br />
sobre él.<br />
(3) Entonces tomó su parábola, y dijo: dijo Balaam hijo de Beor, y dijo <strong>el</strong> varón de ojos<br />
abiertos; (4) dijo <strong>el</strong> que oyó los dichos de Dios, <strong>el</strong> que vio la visión d<strong>el</strong> Omnipotente; caído, pero<br />
abiertos los ojos; (5) ¡Cuan hermosas son tus tiendas, oh Jacob, tus habitaciones, oh Isra<strong>el</strong>!<br />
(6) Como arroyos están extendidas, como huertos junto al río, como áloes plantados por<br />
Jehová, como cedros juntos a las aguas.<br />
(7) De sus manos destilarán aguas, y su descendencia será en muchas aguas; enaltecerá<br />
su rey más que Agag, y su reino será engrandecido.<br />
Balaam , que en hebreo es “señor d<strong>el</strong> pueblo” o “un peregrino”, era un profeta madianita que<br />
residía en Petor. Era hijo de Beor, aunque en otros textos se lo menciona al padre como Bosor. Fue<br />
contratado por Balac, rey de Moab, <strong>para</strong> maldecir a Isra<strong>el</strong>, pero todos conocen la historia: Dios lo empujó<br />
a bendecir en lugar de maldecir a su pueblo.<br />
Aunque hablaba con un léxico que mostraba cierta forma de piedad, su corazón estaba<br />
evidentemente inclinado a con<strong>seguir</strong> la paga de Balac. Esto es: hacía lo que hacía sólo por dinero.<br />
¿Conoces a alguien similar? Y no te lo pregunto con respecto a lo que respira fuera de la iglesia,<br />
entiende.<br />
El áng<strong>el</strong> de Jehová le resistió, y su asna le reprendió, pero le fue permitido <strong>seguir</strong> por su camino.<br />
Aunque empujado por Dios a bendecir a Isra<strong>el</strong>, aconsejó perversamente a Balac a que los sedujera<br />
mediante las mujeres madianitas, lo que condujo a la caída de <strong>el</strong>los en una burda idolatría.<br />
Después de que Isra<strong>el</strong> fuera castigado por su pecado, cayó la venganza sobre Moab, y entre los<br />
muertos estuvo Balaam. Es llamado “adivino”, y cuando estaba con Balac buscó encantamientos. En<br />
nuestro texto base, se afirma que no fue en busca de agüeros, sino que quedó dominado por Dios. En<br />
los pasajes d<strong>el</strong> Nuevo Testamento, es puesto como ejemplo de consumada maldad y apostasía.<br />
Fíjate que luego, cuando debía ejercitar su trabajo de brujería, (Porque eso era lo que Balac<br />
pretendía) Dios toca su corazón y le hace pronunciar palabras que serían proféticas, aunque no era esa<br />
la intención material ni “profesional” de Balaam.<br />
Dice a Jacob, (Símbolo d<strong>el</strong> pueblo de Dios), que sus tiendas son hermosas. Esto se refiere a sus<br />
santuarios individuales, lo mismo que sus habitaciones. Que se extiendan como arroyos implica vida, ya<br />
que ese es <strong>el</strong> símbolo claro d<strong>el</strong> agua en todos sus contextos.<br />
Los huertos junto al río, dejan traslucir la bendición de Dios que nutre a su pueblo con las aguas<br />
de vida abundante que emanan de su propia fuente. Lo mismo implica los áloes plantados por Él y los<br />
cedros nutriéndose junto a las aguas.