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Dice allí que hasta las que están encintas con potencial van a dar a luz. Ha llegado <strong>el</strong> tiempo de<br />
dar a luz. No me interesa quien dijo que éramos ciudadanos de segunda categoría. O si éramos negros<br />
o éramos indios.<br />
Penetra la fuente y asalta los muros, no te limites a las cosas naturales. Tu alcance es ilimitado.<br />
Piensa en grande: eres grande. Porque aqu<strong>el</strong>la canción que algunos cantan diciendo que con su Dios<br />
“saltarán” los muros, no dice eso; dice “asaltaré”. Y créeme que no es lo mismo.<br />
Un decreto que demanda que <strong>el</strong> orden de la operación espiritual se conforme a los decretos<br />
divinos y no al de la mente negativa d<strong>el</strong> hombre mundano. Así que <strong>el</strong> énfasis es a un cambio de tiempo.<br />
Orden divino.<br />
Productividad, fuerza y todas las cosas que vivimos en Caleb y en Josué, que también vivimos<br />
en Jehú, toda esa gente que caracteriza al mover gubernamental apostólico. Ya no caben ni son<br />
necesarios los románticos que sólo recalan en un amor que ni <strong>el</strong>los pueden explicar ni predicar.<br />
(15) Así ha dicho Jehová: voz fue oída en Ramá, llanto y lloro amargo; Raqu<strong>el</strong> que lamenta<br />
por sus hijos, y no quiso ser consolada acerca de sus hijos, porque perecieron.<br />
(16) Así ha dicho Jehová: reprime d<strong>el</strong> llanto tu voz, y de las lágrimas tus ojos porque<br />
salario hay <strong>para</strong> tu trabajo, dice Jehová, y volverán de la tierra d<strong>el</strong> enemigo.<br />
Una generación caracterizada por <strong>el</strong> regreso de nuestros hijos; ¡El enemigo los soltará! ¡En <strong>el</strong><br />
nombre de Jesús! Una generación que va a ver a la juventud regresar a Dios. Hay esperanza, también,<br />
<strong>para</strong> su porvenir.<br />
Porvenir habla de prosperidad, habla de generación próxima. Y recuerda que cuando aquí<br />
hablamos de prosperidad, tal como la Biblia nos enseña, aquí no estamos hablando necesariamente de<br />
dinero. Dice Jehová: Los hijos volverán al propio lugar donde Dios los tenía.<br />
<strong>La</strong>s juventudes volverán. Los hijos que no querían saber nada con estas cosas, ahora van a<br />
querer saberlas. Una generación caracterizada por juventud fuerte, que entienda que la nación depende<br />
de su futuro y que <strong>el</strong>los no dependen de la nación.<br />
Porque una cosa, <strong>para</strong> un muchacho o una jovencita, es un par de padres r<strong>el</strong>igiosos, moralitos,<br />
pacatos y mojigatos; y otra cosa muy distinta es un par de padres firmes, serios, puntuales y vencedores<br />
en cada una de las cosas naturales o sobrenaturales que encaren.<br />
Es cierto, no hay mayor manual que la Biblia <strong>para</strong> formar hijos adecuados. Pero como muestra<br />
debería decir que los hijos de un creyente genuino, si los padres le dicen que afuera está pasando un<br />
<strong>el</strong>efante volando, no saldrán a ver si es verdad o mentira, ¡Saldrán a ver a que altura vu<strong>el</strong>a!<br />
<strong>La</strong> expectativa natural es que los hijos sean mayores que los padres. Y por lógica y obvia<br />
conclusión, <strong>el</strong> final de la hipocresía, que por años ha signado al pueblo de Dios y ha determinado que<br />
tantos y tantos hambrientos no pudieran acceder al alimento porque desconfiaban con justas razones de<br />
su calidad. Porque Jeremías dice que la hipocresía nació en la iglesia, ¿Sabes?<br />
Quiero dividir, dentro d<strong>el</strong> área d<strong>el</strong> Nuevo Testamento, lo que podemos leer sobre <strong>el</strong> Reino en los<br />
evang<strong>el</strong>ios y lo que luego encontraremos en las distintas cartas apostólicas. ¿Por qué? Porque he<br />
entendido que <strong>el</strong> Nuevo Testamento, en realidad, no comienza donde nos han enseñado que comienza,<br />
sino después.