Pulsa aquà para seguir leyendo y descargar el ... - La Web Cristiana
Pulsa aquà para seguir leyendo y descargar el ... - La Web Cristiana
Pulsa aquà para seguir leyendo y descargar el ... - La Web Cristiana
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
130<br />
Pregunto: Antes de eso, y aún durante los primeros tiempos, la r<strong>el</strong>igión estructural y organizada,<br />
¿Aceptaba estar en un pie de igualdad con los gentiles, supuestamente impíos e incrédulos? De hecho<br />
que no. ¿Y que pasaría si cambiáramos la palabra Isra<strong>el</strong> por la palabra Iglesia <strong>Cristiana</strong> Oficial? Y nota<br />
que cuando digo oficial, no me refiero a credo, sino a incidencia.<br />
Y a esto lo aclaro siempre que puedo porque, por estar viviendo en un país como Argentina,<br />
donde todavía <strong>el</strong> Catolicismo Romano tiene no sólo incidencia sino también bastante poder, muchos<br />
suponen que hablo de <strong>el</strong>los.<br />
Pero quiero que se entienda que es válido <strong>para</strong> cualquier credo que se imponga por sobre los<br />
derechos y las obligaciones de las personas que habitan en una nación cualquiera. Incluyendo algunas<br />
donde, supuestamente, la r<strong>el</strong>igión Evangélica o Protestante es amplia mayoría.<br />
¿También, hermano? Sí, también, Porque no estoy hablando de fe ni de convicciones, estoy<br />
hablando de r<strong>el</strong>igión. Para <strong>el</strong> mundo secular, ambas cosas son exactamente la misma cosa. Sí, pero<br />
todos sabemos que no es así. Mejor dicho: todos deberíamos saberlo.<br />
(11) Y entró <strong>el</strong> rey <strong>para</strong> ver a los convidados, y vio allí a un hombre que no estaba vestido<br />
de boda.<br />
(12) Y le dijo: amigo, ¿Cómo entraste aquí, sin estar vestido de boda? Mas él enmudeció.<br />
(13) Entonces <strong>el</strong> rey dijo a los que servían: atadle de pies y manos, y echadle en las<br />
tinieblas de afuera; allí será <strong>el</strong> lloro y <strong>el</strong> crujir de dientes.<br />
(14) Porque muchos son llamados, y pocos escogidos.<br />
<strong>La</strong> metáfora d<strong>el</strong> vestido de boda es utilizada aquí <strong>para</strong> mostrar que la fe y la obediencia a la<br />
voluntad de Dios son importantes <strong>para</strong> los miembros de la nueva comunidad que han respondido a la<br />
invitación <strong>para</strong> participar en esa festividad, ¿No te parece?<br />
Concretamente, es indispensable, (Y nota <strong>el</strong> término que he utilizado: indispensable.<br />
(Indispensable: que no se puede dispensar. Dispensar: dar, conceder, otorgar, distribuir. No he dicho<br />
conveniente o preferible), <strong>para</strong> entrar al Reino de los Ci<strong>el</strong>os y servir con aprobación, tener nuestras<br />
vestiduras blancas y limpias. Ese es nuestro ropaje de bodas. ¿Cómo anda <strong>el</strong> tuyo por este tiempo?<br />
El verso 14 ha resultado poco menos que incomprensible <strong>para</strong> muchos cristianos sinceros y<br />
fi<strong>el</strong>es. Porque a <strong>el</strong>los, al igual que a una gran mayoría de nosotros, se los ha instruido en un Dios<br />
estrictamente de amor, y en ese Dios de amor, decir esto es como contradicción grave.<br />
Nunca estuve en oposición a la doctrina d<strong>el</strong> Dios de amor, obviamente. No sólo la comparto y la<br />
creo, sino que dentro de lo que dan mis profundas limitaciones humanas, la practico en cada ocasión<br />
que se me presenta y puedo.<br />
Sin embargo, no puedo ni olvidarme ni omitir que, además de amor, Dios también es dos cosas<br />
esenciales a la hora de examinar vestimentas de boda: justo y fuego consumidor. Lo primero es lo que<br />
servirá <strong>para</strong> se<strong>para</strong>r lo verdadero de lo falso, como lo hace en este caso. Lo segundo, <strong>para</strong> ejecutar<br />
sentencia correspondiente.<br />
¿Has sido llamado al Camino y has aceptado transitarlo? ¡Gloria a Dios por tu vida eterna!<br />
Luego: ¿Has aceptado <strong>el</strong> llamado a servirle con honra y obediencia? ¡Otra vez gloria a Dios! Ahora<br />
deberás hacerlo, porque nadie te obligó a tomar esta decisión.