Pulsa aquà para seguir leyendo y descargar el ... - La Web Cristiana
Pulsa aquà para seguir leyendo y descargar el ... - La Web Cristiana
Pulsa aquà para seguir leyendo y descargar el ... - La Web Cristiana
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
138<br />
tanto <strong>el</strong> desaprovecharlos no sólo hace que les perdamos, sino también que seamos privados de lo que<br />
ya tenemos.<br />
El retorno d<strong>el</strong> Señor trae consigo un juicio que dividirá a la gente. El juicio se basará en los<br />
principios morales que definen al carácter, y <strong>el</strong> carácter se rev<strong>el</strong>a por sus frutos, o por falta de <strong>el</strong>los. <strong>La</strong><br />
evidencia externa demuestra la rectitud y justicia internas. <strong>La</strong>s buenas obras no producen un buen<br />
carácter, sino al contrario: un buen carácter produce buenas obras.<br />
(Mateo 25: 1) = Entonces <strong>el</strong> reino de los ci<strong>el</strong>os será semejante a diez vírgenes que<br />
tomando sus lám<strong>para</strong>s, salieron a recibir al esposo.<br />
(2) Cinco de <strong>el</strong>las eran prudentes y cinco insensatas.<br />
(3) <strong>La</strong>s insensatas, tomando sus lám<strong>para</strong>s, no tomaron consigo aceite; (4) mas las<br />
prudentes tomaron aceite en sus vasijas, juntamente con sus lám<strong>para</strong>s,<br />
(5) Y tardándose <strong>el</strong> esposo, cabecearon todas y se durmieron.<br />
(6) Y a la medianoche se oyó un clamor: ¡Aquí viene <strong>el</strong> esposo, salid a recibirle!<br />
(7) Entonces todas aqu<strong>el</strong>las vírgenes se levantaron, y arreglaron sus lám<strong>para</strong>s.<br />
(8) Y las insensatas dijeron a las prudentes: dadnos de vuestro aceite, porque nuestras<br />
lám<strong>para</strong>s se apagan.<br />
(9) Mas las prudentes respondieron diciendo: <strong>para</strong> que no nos falte a nosotras y a<br />
vosotras, id mas bien a los que venden, y comprad <strong>para</strong> vosotras mismas.<br />
(10) Pero mientras <strong>el</strong>las iban a comprar, vino <strong>el</strong> esposo; y las que estaban pre<strong>para</strong>das<br />
entraron con él a las bodas; y se cerró la puerta.<br />
(11) Después vinieron también las otras vírgenes, diciendo: ¡Señor, señor, ábrenos!<br />
(12) Mas él, respondiendo, dijo: de cierto os digo, que no os conozco.<br />
(13) V<strong>el</strong>ad, pues, porque no sabéis <strong>el</strong> día ni la hora en que <strong>el</strong> Hijo d<strong>el</strong> Hombre ha de venir.<br />
Lo que voy a transcribirte a continuación, es la interpretación que da a esta parábola tan<br />
conocida y clásica, una prestigiosa Biblia de estudio: “Jesús nos enseña a estar pre<strong>para</strong>dos <strong>para</strong> su<br />
regreso. Él com<strong>para</strong> la Segunda Venida con una alegre procesión de bodas en la que aqu<strong>el</strong>los que no<br />
se han pre<strong>para</strong>do no pueden participar.”<br />
Dicho así, no suena ni trágico ni tremendo. Se trata simplemente de gente pre<strong>para</strong>da y gente no<br />
pre<strong>para</strong>da, de personas previsoras y personas irresponsables. Claro está que, cuando lo observas<br />
desde lo espiritual y desde la rev<strong>el</strong>ación misma, las cosas toman un cariz diferente.<br />
Fíjate que en <strong>el</strong> primer verso, Jesús com<strong>para</strong> esto que va a r<strong>el</strong>atar como parábola, con <strong>el</strong> Reino<br />
de los Ci<strong>el</strong>os. Tú ya sabes que <strong>el</strong> Reino no es un asunto d<strong>el</strong> día final, sino algo que se ha acercado hoy<br />
y ahora. Ese es <strong>el</strong> ABC de nuestro evang<strong>el</strong>io, ¿Verdad?