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de tu conversión? ¿Vendrá en Su Reino en su Segunda venida? ¿Son dos hecho simultáneos o
separados?
La mayoría de los teólogos han coincidido que esto se refiere a la Segunda Venida, y por ende
han constituido al Reino en algo que se hará manifiesto en ese día glorioso y final. Eso se ha estado
enseñando, (Y aún se enseña) no sólo en miles de iglesias, sino también en seminarios, institutos y
universidades cristianas.
Pero tengo un solo problema para que me cierre totalmente la idea. Si esto es, -en efectoconcerniente
al día final de la Segunda Venida del Señor, con juicio y manifestación de Su Reino, ¿Para
que se nos pediría que prediquemos la palabra, o reprendamos y exhortemos con toda paciencia y
doctrina?
¿No sería demasiado tarde, ya? ¿O se está hablando de un evento anterior a la segunda Venida
del Señor? En ese caso, la coherencia se daría en que El Reino de los Cielos se ha acercado; está allí
hoy y ahora.
(3) Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón
de oír, se amontonarán conforme a sus propias concupiscencias, (4) y apartarán de la verdad el
oído y se volverán a las fábulas.
No sólo se está hablando de un evento anterior a la Segunda Venida del Señor, sino que podría
asegurarte con bastante certeza de que se está hablando de hoy, de hoy mismo. ¿De hoy mismo? ¿Y
de donde sacará usted, hermano, que esto habla del tiempo presente? De una palabra clave que está al
final: fábulas.
El diccionario de la RAE dice, respecto a la palabra Fábula, y entre otras acepciones que no
tienen parentesco con nuestro tema, que una fábula es un relato ficticio, en prosa o en verso, con
intención didáctica frecuentemente manifestada en una moraleja final, y en el que pueden intervenir
personas, animales y otros seres animados o inanimados. Las más difundidas en esta parte de
Sudamérica, han sido las Fábulas de Esopo, ambientadas todas con animales.
Allí se relataban las conductas y comportamientos, por ejemplo, de dos o tres animales. Se tejía
una breve historia entre ellos y, en el final, se tomaban esas conductas y comportamientos para elaborar
una conclusión basada en puntos morales que servirían de enseñanza y manual de vida. Bueno, pero no
espiritualmente divino.
Ahora bien; si una fábula generalmente se compone de una introducción donde se presenta el
tema central a tratar, un extenso relato de vivencias aparentemente reales, dos o tres puntos básicos
relativos a estas vivencias y una conclusión final con un mensaje al corazón del oyente, ¿Me puedes
decir cual es la diferencia de ellas con los clásicos mensajes o predicaciones actuales?
Y no estoy criticando a los predicadores. ¡Dios me libre de hacerlo, si yo he sido uno de ellos y,
crease o no, con las mismas rutinas, modismos, costumbres, tradiciones, metodologías y hasta
inflexiones en la voz! Lo que sí estoy haciendo, es reconocer un error en el cual estuve y gracias la
misericordia de Dios he podido salir. Y lo escribo para que otros me imiten y salgan de sus fábulas.
Porque tú puedes argumentarme que esto es muy distinto a las fábulas clásicas porque estamos
leyendo la Biblia, que es la Palabra de Dios. Sí, pero observa que una gran mayoría de predicadores no
extrae esa Palabra, sino que se limita a girar en torno a lo histórico, geográfico, social, político y humano
del relato. Eso es fábula, no mensaje.