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Dicen los teólogos que, aunque el texto griego es bastante complicado de traducir, la idea de
este versículo es que el Reino de los cielos que Jesús estableció como un poderoso movimiento, es
como un Reino entre los hombres. De allí que sufre violencia. Y exige de ellos una reacción igualmente
fuerte y radical. Está bueno, pero no me termina de cerrar. Ojalá que a ti sí.
Esta interpretación añade que los violentos, serían aquellos que lo arrebatan, esto es: gente de
enorme entusiasmo y alta dedicación, que desea responder al llamado y propagar enérgicamente el
mensaje y la dinámica del reino de Dios. ¿Puede ser? Puede ser. Pero tampoco me cierra por dentro, no
sé si puedes entenderme.
Otra visión está dada en el sentido de que Jesús se refiere a la “violencia” del Reino con una
singular construcción gramatical que no deja bien claro si el reino de Dios es objeto de la violencia o si el
Reino avanza victorioso en medio de violentos conflictos y batallas espirituales. Esto, y es mi sentir
personal sin calidad ni cualidad doctrinaria, es lo que más adhiere a mi ser interior sobre el tema.
Porque hay una forma de relatar el mismo episodio en la versión NVI, (Nueva Versión
Internacional), que según explican es una Biblia que rescata las traducciones directamente de los
originales al español, sin pasar por el inglés como se realiza con las otras.
Allí, el verso 12 de Mateo 11, expresa: Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el
reino de los cielos ha venido avanzando contra viento y marea, y los que se esfuerzan logran
aferrarse a él.
¿Suena bastante bonito, no crees? Sí, pero también presenta algunos claros oscuros que
todavía permanecen en una nebulosa. La versión misma, que ha sido muy difundida en Latinoamérica,
(De hecho yo la utilizo para elaborar La Palabra del Día), contiene algunos elementos que se
contraponen a la esencia evidenciada en otros textos de las versiones clásicas.
Independientemente de esto, es un espejo más donde mirarse. Luego, si al Espíritu Santo le
place arrojarnos luz plena sobre el asunto y terminar con nuestras hipótesis y elucubraciones, lo hará y
aquí se termina la discusión. Mientras tanto, seguimos nadando en aguas borrascosas.
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Competencias Ministeriales