Pulsa aquà para seguir leyendo y descargar el ... - La Web Cristiana
Pulsa aquà para seguir leyendo y descargar el ... - La Web Cristiana
Pulsa aquà para seguir leyendo y descargar el ... - La Web Cristiana
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
132<br />
Para nada: lo que yo quería y supongo que hasta necesitaba, era que alguien me oyera, que<br />
alguien valorara lo que estaba haciendo y, si era posible, que me f<strong>el</strong>icitara y adulara. Necesitaba ser<br />
visto. Gloria a Dios por haber hecho eso en ese tiempo. Me evitó repetirlo en la iglesia. Al menos, a no<br />
llegar al grado de inspirar vergüenza ajena, como mucho de lo que vemos u oímos a diario.<br />
Filacterias: (Diccionario bíblico).- Se escribían en tiras de pergamino algunos preceptos de la ley;<br />
estos preceptos se encerraban en cajitas que eran atadas al brazo izquierdo o a la frente con filacterias<br />
o lazos.<br />
Jesús criticó que los fariseos hicieran las filacterias llamativamente anchas. Mucha gente piadosa<br />
de su tiempo llevaba las filacterias no sólo <strong>para</strong> la oración, sino durante todo <strong>el</strong> día. <strong>La</strong> palabra<br />
“filacterias” deriva de la palabra griega filakterion (Que significa “medio de protección”), aunque dicha<br />
idea no se halla en la palabra hebrea totafat que, traducida literalmente, quiere decir señal, recuerdo,<br />
memoria.<br />
<strong>La</strong>s filacterias aparecen por la época ínter testamentaria, cuando <strong>el</strong> pueblo judío necesitaba una<br />
buena dosis de defensa frente a las ideologías sincretizantes de aqu<strong>el</strong> período. En la época tardía<br />
llegaron a convertirse en una especie de amuletos contra toda clase de amenazas y por <strong>el</strong>lo Cristo echa<br />
en cara a los fariseos <strong>el</strong> hecho de que ensanchen tanto sus filacterias, o sea, que extreman la<br />
c<strong>el</strong>ebración externa de los actos de piedad.<br />
Dicho de otro modo: necesitaban mostrar y mostrarse como muy espirituales, aunque váyase a<br />
saber si realmente lo eran. Sólo Dios lo sabía. Pregunto: ¿No conoces a nadie que actúe de la misma<br />
manera, aunque sin esas tiras literales de cuero?<br />
Respecto a los asientos en cenas y sinagogas, en una sola ocasión asistimos con mi esposa a<br />
una mega iglesia de mi ciudad, a escuchar a un conferencista internacional de alto prestigio en la época,<br />
y <strong>para</strong> nuestra sorpresa e incomodidad, los ujieres dijeron que tenían “la orden” d<strong>el</strong> pastor de ubicarnos<br />
en la primera fila como “invitados VIP”. (!!!)<br />
No quieras ni imaginarte la v<strong>el</strong>ada que pasamos. Si me preguntas de qué tema habló <strong>el</strong><br />
predicador, debería decirte con honestidad que ni por asomo lo recuerdo. Nos pasamos toda la reunión<br />
mirándonos con mi esposa como diciéndonos: ¿Qué caracoles estamos haciendo aquí?<br />
De solo pensar que por allá atrás, muy pero muy lejos de la plataforma principal, estaban todos<br />
mis hermanos y amigos con los cuales habíamos ido, y nosotros allí, vaya uno a saber por qué razón,<br />
enrojecíamos de sólo pensarlo.<br />
Eso se llama: Protocolo cristiano. Fachada externa. Hipocresía. Apariencia. En síntesis, debería<br />
otorgarle un rótulo muy conocido: Pecado. ¡Hermano! ¿Es <strong>para</strong> tanto? Sí, es <strong>para</strong> tanto. Nunca más nos<br />
sucedió. ¡¡¡Gloria a Dios!!!<br />
Finalmente, las salutaciones. He predicado como invitado en muchos lugares donde, una vez<br />
finalizado <strong>el</strong> culto, la gente te espera en <strong>el</strong> hall de salida <strong>para</strong> saludarte, darte un abrazo, algunas<br />
hermanitas audaces algún ósculo dudosamente santo y decirte cuanta bendición eres y, por poco,<br />
llamarte con admiración: ¡Rabí, Rabí!<br />
No te mentiré diciéndote que eso no produce nada, sería hipócrita de mi parte hacerlo. <strong>La</strong><br />
adulación te desequilibra mucho; por eso todavía funciona como <strong>el</strong>emento básico de manipulación<br />
emocional jezabélica. Que se entienda. Que se asuma. Que se erradique. Jesús es claro al respecto.