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etc.<br />
1) Estado d<strong>el</strong> alma enteramente embargada por un intenso sentimiento de admiración, alegría,<br />
2) Teol. Estado de unión d<strong>el</strong> alma con Dios, caracterizado por la suspensión temporal de las<br />
funciones corporales.<br />
3) Droga sintética que produce alucinaciones.<br />
Pese a la acepción teológica, esta es una palabra que no es bienvenida en la mayor parte de<br />
nuestras iglesias. Más allá de algunos sobredimensionados énfasis que podemos ver en pequeños<br />
grupos pentecostales muy bulliciosos y expresivos, este término no tiene lugar en nuestros templos.<br />
¿Motivo? Se enseña que los cristianos no deben ni pueden aceptar perder control sobre sus<br />
cuerpos, ya que <strong>el</strong>lo es sinónimo de avance o posesión demoníaca. Y eso es estrictamente cierto, pero<br />
no impide que también lo sea un estado donde, con control, <strong>el</strong> ser entra a una dimensión espiritual<br />
sobrenatural y desconocida.<br />
Estoy de acuerdo en parte de esa enseñanza que nos da ciertas recomendaciones, como por<br />
ejemplo la de negarse a muerte a dejar la mente en blanco en ninguna clase de ejercicios propuestos<br />
por las diferentes técnicas orientales de r<strong>el</strong>ajación o yoga.<br />
Eso sí es p<strong>el</strong>igroso, y está más que probado y comprobado. En cada mente en blanco hay<br />
entrada de demonios porque no hay oposición efectiva. Pero lo d<strong>el</strong> éxtasis sería dudoso, si no fuera que<br />
hay tres textos bíblicos que no sé como interpretar.<br />
. (Hechos 10: 9-11) = Al día siguiente, mientras <strong>el</strong>los iban por <strong>el</strong> camino y se acercaban a la<br />
ciudad, Pedro subió a la azotea <strong>para</strong> orar, cerca de la hora sexta. Y tuvo gran hambre, y quiso<br />
comer, pero mientras le pre<strong>para</strong>ban algo, le sobrevino un éxtasis; y vio <strong>el</strong> ci<strong>el</strong>o abierto, y que<br />
descendía algo semejante a un gran lienzo, que atado de las cuatro puntas era bajado a la tierra.<br />
Sí; la Biblia habla de éxtasis. Y r<strong>el</strong>acionado con <strong>el</strong> apóstol Pedro. ¿Sería quizás una palabra<br />
su<strong>el</strong>ta, utilizada solamente en este pasaje, con la finalidad de explicar una visión sobrenatural, cosa que<br />
de otra manera no se entendería? En principio, lo pensé, pero siguiendo con <strong>el</strong> mismo libro, llegué al<br />
capítulo 11.<br />
(Hechos 11: 4-5) = Entonces comenzó Pedro a contarles por orden lo sucedido, diciendo:<br />
estaba yo en la ciudad de Jope orando, y vi en éxtasis una visión; algo semejante a un gran<br />
lienzo que descendía, que por las cuatro puntas era bajado d<strong>el</strong> ci<strong>el</strong>o y venía hasta mí.<br />
Bien; en <strong>el</strong> r<strong>el</strong>ato anterior, pudo haberse utilizado la palabra éxtasis casi como al descuido, pero<br />
aquí te está diciendo que Pedro mismo, al r<strong>el</strong>atar su experiencia, lo hace usando <strong>el</strong> mismo vocablo <strong>para</strong><br />
explicar su visión. ¿En que quedamos? ¿Cuál es la verdad? Capítulo 22. Pablo r<strong>el</strong>ata su conversión.<br />
(Hechos 22: 11-18) = Y como yo no veía a causa de la gloria de la luz, llevado de la mano<br />
por los que estaban conmigo, llegué a Damasco. Entonces uno llamado Ananías, varón piadoso<br />
según la ley, que tenía buen testimonio de todos los judíos que allí moraban, vino a mí, y<br />
acercándose, me dijo: hermano Saulo, recibe la vista.<br />
Y yo en aqu<strong>el</strong>la misma hora recobré la vista y lo miré. Y él dijo: <strong>el</strong> Dios de nuestros padres<br />
te ha escogido <strong>para</strong> que conozcas su voluntad, y veas al Justo, y oigas la voz de su boca. Porque<br />
serás testigo suyo a todos los hombres, de lo que has visto y oído.