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Porque si no entendemos definitivamente que nuestra vida es el Reino, caeremos en la sutil
tentación de conducirnos livianamente, armar en nuestras iglesias diferentes entretenimientos y
diversiones para que el mundo vea, entre otras cosas, que los cristianos no somos gente triste ni
aburrida.
Lo cual debe ser real, pero no exacerbado por actitudes paganas, sino motivado por gozo
interior. Al mundo jamás le impactará nuestra orquesta de alabanza. Al mundo le impactará que, en
medio de una tremenda crisis, mantengamos el gozo y la fe intactos. Pero, ¿A quien le gustará pasar por
esto?
La combinación del amor y la verdad otorgan poder a la creatividad y a la multiplicación. La
verdad y el amor son las sustancias que forman la mente creativa de Dios, y por esta razón, el diablo no
es capaz de crear absolutamente nada.
Entiende de una vez y para siempre: Satanás tiene poder, claro que lo tiene; pero no tiene ni
puede tener amor, revelación ni unción. Y tú si que puedes: ¿Quién es más grande en el Reino de los
Cielos? Cuando tú descubres esto, tú pasas a ser más que vencedor.
123 - ¿Tú Sabes lo que Eres?
Cuando nací, dentro del mes siguiente de mi llegada al planeta, mis padres tenían la obligación
legal de inscribirme en el Registro Nacional de las Personas, que es como se denomina el área oficial en
donde se anotan los nacimientos y los fallecimientos en mi país.
Mi madre quería ponerme el nombre Nelson, simplemente porque le gustaba como sonaba, pero
a mi padre le había impactado el nombre Néstor, por un profesional que había conocido dentro de su
trabajo de humilde condición.
Vio a un abogado que le sonó de mucha autoridad, escuchó su nombre que le impactó y se dijo:
“cuando tenga un hijo, le pondré Néstor”. Aquí estoy. Por las dudas rompo toda ligadura con ese
profesional que vaya uno a saber de que calidad moral y espiritual sería.
Eso, sumado a una presencia nociva que un poco por tradiciones italianas heredadas y otro poco
por ignorancia le otorgaron a un santo católico de la zona de Padova, me llevó a ser inscripto con los
nombres de Néstor y Antonio. (Ya relaté en mi primer libro como fui liberado de este pacto).
Esa acción simple y si quieres hasta formal y lineal, se convirtió en lo que nos marca por toda
nuestras vidas donde quiera que hayamos nacido: nuestra identidad. De hecho, el documento que me
otorgaron como los otros que fueron reemplazándolo a medida que crecía, se denominaban como
Documento Nacional de Identidad. DNI, para mis compatriotas argentinos.
Bien; es mi deber decirte, no sé si a modo de enseñanza o si simplemente como acotación a tu
interés por saber más, que el Reino de los Cielos, ,ese que predicaba Jesús y que es el eje central de
todo su evangelio, también tiene su propia identidad.
Y no sólo eso, sino que si deseamos habitar y progresar dentro de sus esferas, tenemos que
entender que es menester conocer con precisión si la poseemos o, si por el contrario, aún estamos
realizando las tramitaciones burocráticas pertinentes para conseguirla.