27.11.2014 Views

Pulsa aquí para seguir leyendo y descargar el ... - La Web Cristiana

Pulsa aquí para seguir leyendo y descargar el ... - La Web Cristiana

Pulsa aquí para seguir leyendo y descargar el ... - La Web Cristiana

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

284<br />

Quien suponga que eso es algo automático que se logra con <strong>el</strong> simple gesto de levantar una<br />

mano en una campaña evang<strong>el</strong>ística, o caer de rodillas llorando durante una ministración, se equivoca.<br />

Estar EN Cristo es mucho más que esto y sólo se comprueba observando frutos de vida.<br />

Por ejemplo, padeciendo persecuciones. Y pese a que los únicos cristianos física y globalmente<br />

perseguidos que podamos conocer son aqu<strong>el</strong>los que han hecho declaración de su fe en países<br />

musulmanes ni se está hablando de eso, aunque en casos lo incluya.<br />

Los perseguidos que logran por <strong>el</strong>lo acceso al Reino son los que lo son por causa de la justicia,<br />

que es como decir: son perseguidos por estar diciendo la auténtica verdad. Detectar quienes son y<br />

quienes son sus perseguidores, es un trabajo que te dejo a ti, aunque en páginas anteriores ya te lo<br />

ad<strong>el</strong>anté. No me gusta jugar <strong>el</strong> rol de víctima, pero no acepto ser <strong>el</strong> victimario.<br />

Así que <strong>el</strong> asunto central de este tema, es: ¿Cómo batallarlo? ¿Cómo orar <strong>para</strong> que la justicia<br />

nos tenga como beneficiarios? <strong>La</strong> misma Biblia lo enseña: orando específicamente que <strong>el</strong> Reino venga<br />

y se establezca, haciendo cumplir la voluntad de Dios en la tierra, tal como se cumple en <strong>el</strong> ci<strong>el</strong>o.<br />

Pero no hagas más esfuerzos carnales que los necesarios <strong>para</strong> orar. Deja que sea <strong>el</strong> Señor<br />

quien p<strong>el</strong>ee esta batalla. Él es <strong>el</strong> único que conoce la conducta de cada uno de nosotros. Y será en base<br />

a esa conducta que Dios se moverá a tu favor o no. Serás admitido por lo que eres, casi sin importar lo<br />

que haces. Esto es claro.<br />

Dios se mueve en su jurisdicción con pautas muy precisas que, en muchos casos, nada tienen<br />

que ver con las que conocemos de nuestra vida eclesiástica. ¿Un ejemplo? <strong>La</strong> antigüedad en la iglesia.<br />

Podría darse <strong>el</strong> caso de un recién convertido entrando al Reino y alguien con veinte años de creyente no<br />

pudiéndolo hacer. ¿Causa? <strong>La</strong> fe. Dios admite o no admite a su Reino a partir de la fe auténtica d<strong>el</strong><br />

hombre.<br />

Esos son requisitos casi indispensables <strong>para</strong> entrar y formar parte de este Reino. No te olvides<br />

que predicar un evang<strong>el</strong>io que no sea <strong>el</strong> que se basa en su acercamiento, es llevar a las ovejas a la<br />

dispersión y a la confusión. Pregunto: ¿Cómo ves a las ovejas en general, hoy?<br />

Y no estoy hablando de ovejas reunidas en pequeños salones cuyas rentas se abonan con<br />

enormes sacrificios, sino de otras que se juntan en ricos edificios munidos de calefacción en <strong>el</strong> invierno y<br />

aire acondicionado en <strong>el</strong> verano. Sitios donde lidera alguien con enorme prestigio que nadie osa discutir.<br />

No le hace. Respecto a esto ya hemos visto que la Palabra d<strong>el</strong> Señor es sumamente precisa y<br />

puntual. Si están operando fuera de los dictados de Su Reino, <strong>para</strong> Él esos hombres sencillamente no<br />

existen. Y sí lo hacen otros, muy pequeños y anónimos a los que nadie saluda, sigue o adula.<br />

Entonces la duda surge primero y la pregunta obvia, después: ¿Y como lo sé? ¿Cómo lo<br />

averiguo? <strong>La</strong> respuesta es una sola: de la única forma en que las cosas d<strong>el</strong> Reino se pueden conocer<br />

o ignorar: por rev<strong>el</strong>ación. Nadie llegará a ver o entrar al Reino de Dios mediante conocimientos<br />

int<strong>el</strong>ectuales. Es por rev<strong>el</strong>ación d<strong>el</strong> Espíritu Santo o no es.<br />

Y tanto no es que, si no la tienes, puedes pasar junto al Reino establecido y no verlo. Porque allí<br />

radica la esencia de la parábola que lo com<strong>para</strong> con un grano de mostaza. A los que están en otra<br />

sintonía, <strong>el</strong> Reino les parece algo insignificante. Sólo cuando <strong>el</strong> Espíritu Santo se los muestra en toda<br />

su dimensión, pueden verlo y conocerlo.<br />

Y no es una simple ocurrencia r<strong>el</strong>igiosa establecerse allí y vivir conforme a los dictados d<strong>el</strong> Rey,<br />

Porque no me olvido que la Palabra nos asegura que será de allí, de su propio Reino, de donde Él<br />

extraerá a los que llama hacedores de maldad. No d<strong>el</strong> mundo pagano, ¡de SU Reino!

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!