Aristóteles - Física (pdf) - La Caverna
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en un proceso de llegar a ser, como el tiempo y el número del tiempo.<br />
15 En las magnitudes ocurre lo contrario: lo que es continuo se puede dividir<br />
hasta el infinito, pero no es infinito si se procede hacia lo más grande. Pues la<br />
cantidad que puede ser potencialmente también puede ser actualmente. Por<br />
tanto, como no hay ninguna magnitud sensible que pueda 20 ser infinita, es<br />
imposible que sea superada toda cantidad determinada; pues si fuera posible<br />
sería algo más grande que el mundo.<br />
El infinito no es el mismo en la magnitud, el movimiento y el tiempo 277, como<br />
si fuera una naturaleza singular, sino que el infinito que es posterior se dice<br />
con respecto al infinito que es anterior; por ejemplo, se dice que lo es el movimiento<br />
porque la magnitud en virtud de la cual algo es movido o cambiado<br />
o aumentado es infinita, y que lo es el 25 tiempo porque el movimiento es<br />
infinito. De momento sólo hacemos uso de estas distinciones; más adelante<br />
intentaremos decir qué es cada una, y también por qué toda magnitud es<br />
divisible en magnitudes.<br />
Esta argumentación no priva a los matemáticos de sus especulaciones al<br />
negar la existencia actual de un infinito que sea irrecorrible en la dirección del<br />
aumento 278. Porque no tienen necesidad de este infinito (ya que no hacen uso<br />
277 88 Usos de la palabra «infinito» por derivación: de su aplicación a la magnitud se deriva su<br />
aplicación al movimiento y de está su aplicación al tiempo. Con respecto a la magnitud <strong>Aristóteles</strong><br />
sólo admite un infinito por divisibilidad, no en cuanto a la extensión. Y como toda extensión es<br />
finita, ningún movimiento sobre una extensión puede ser infinito. Pero hay un tiempo infinito en el<br />
sentido de que no tiene comienzo ni fin (251bl3, 26), y el movimiento circular de la periferia<br />
cósmica que se cumple durante el tiempo infinito es también infinito (241bl9, 261b27-265al2). Para<br />
un estudio de los diferentes usos de «infinito» y su correspondencia estructural, véase E. HUSSEY,<br />
págs. 91-93.<br />
278 89 Reafirmación, una vez más, del finitismo aristotélico. Frente a la aritmética y la geometría<br />
que dicen operar con una pluralidad infinita de números, puntos, etc. (por ej. en el teorema de los<br />
números primos o en la definición de las paralelas), <strong>Aristóteles</strong> rechaza la hipótesis de un infinito<br />
matemático actual. Así, el que los números primos sean infinitos porque no hay un número primo<br />
máximo ha de entenderse en el sentido de que los números abstractos son potencialmente infinitos,<br />
es decir, que siempre hay la posibilidad de superar cualquier número que se haya alcanzado en la<br />
numeración. <strong>La</strong> argumentación es similar en el caso de la geometría, si bien aquí nos encontramos<br />
con un doble finitismo. Por una parte, cuando abstraemos puntos, líneas, superficies y figuras<br />
tridimensionales de los cuerpos físicos sólo obtenemos una multiplicidad finita actual de tales<br />
entidades. Aquí también sólo encontramos un infinito potencial, por ej. el de los puntos de una<br />
línea. Pero, por otra parte, por razones cosmológicas y metafísicas, <strong>Aristóteles</strong> va a afirmar que el<br />
mundo no sólo es finito en extensión, sino que tiene necesariamente la extensión fija que posee, no<br />
siendo posible ningún tipo de contracción o expansión. Para <strong>Aristóteles</strong> no es posible una geometría<br />
desvinculada del estado actual del mundo, por lo que no cabe pensar ni tan siquiera en la posibilidad<br />
de líneas infinitamente largas, es decir, en este orden no hay ninguna infinitud potencial. Esta