03.04.2013 Views

Aristóteles - Física (pdf) - La Caverna

Aristóteles - Física (pdf) - La Caverna

Aristóteles - Física (pdf) - La Caverna

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

hay agua luego habrá aire cuando el agua haya salido del recipiente, y más<br />

adelante algún otro cuerpo ocupará el mismo lugar. Este lugar, entonces,<br />

parece distinto de todos los cuerpos 5 que llegan a estar en él y se<br />

reemplazan, pues allí donde ahora hay aire había agua. De ahí que pueda<br />

parecer claro que el lugar o el espacio 292 hacia el cual o desde el cual los<br />

cuerpo han cambiado sea distinto de ellos.<br />

Además, los desplazamientos de los cuerpos naturales simples, como el<br />

fuego, la tierra y otros semejantes, no sólo 10 nos muestran que el lugar es<br />

algo, sino también que ejerce un cierto poder. Porque cada uno de estos<br />

cuerpos, si nada lo impide, es llevado hacia su lugar propio, unos hacia arriba<br />

y otros hacia abajo. Éstas son las partes o especies del lugar, el arriba, el abajo<br />

y el resto de las seis direcciones. Ahora bien, estas direcciones (arriba y abajo,<br />

derecha e iz- 15 quierda, etc.) no sólo son tales con respecto a nosotros, ya que<br />

para nosotros una cosa no siempre está en la misma dirección, sino que<br />

cambia según cambie nuestra posición, pudiendo una misma cosa estar así a<br />

la derecha y a la izquierda, arriba y abajo, delante y detrás. Pero en la<br />

naturaleza cada una es distinta, independientemente de nuestra posición,<br />

pues el «arriba» no es una dirección casual, sino adonde son llevados el fuego<br />

y los cuerpos ligeros, y de la 20 misma manera el «abajo» tampoco es una<br />

dirección casual, sino adonde son llevados los cuerpos pesados y terrestres,<br />

de manera que ambas direcciones difieren no sólo con respecto a la posición,<br />

sino también por un cierto poder 293. Los objetos matemáticos pueden aclarar<br />

esto, pues aunque no existen en un lugar, tienen sin embargo una derecha y<br />

una izquierda por su posición con respecto a nosotros, de tal manera que sólo<br />

conceptualmente tienen tales distinciones 25 posicionales, pero no por<br />

naturaleza.<br />

Además, los que sostienen la existencia del vacío admiten también la<br />

existencia del lugar, ya que el vacío sería un lugar desprovisto de cuerpo.<br />

Así, por estas razones, se ha supuesto que el lugar es algo distinto de los<br />

cuerpos 294 y que todo cuerpo sensible 295está en un lugar. Y podría parecer que<br />

292 6 Se usa aquí el vocablo platónico chora.<br />

293 7 No se trata de que el topos tenga para <strong>Aristóteles</strong> un poder (dýnamis) tal que atraiga a las cosas<br />

a su lugar propio (ho tópos ou kínei tà ónta, se dice en 209a22); tiene más bien el sentido de una<br />

dýnamis tοû páschein, como dice Düring (o. c., pág. 316), es decir, hace un uso cuasi-metafisico de<br />

dýnamis.<br />

294 8 parà tà sômata, «praeter corpora».

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!