03.04.2013 Views

Aristóteles - Física (pdf) - La Caverna

Aristóteles - Física (pdf) - La Caverna

Aristóteles - Física (pdf) - La Caverna

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

ción, por lo que provienen de algo sensible; los de la memoria y la expectativa<br />

provienen también de la sensación, pues los hombres se complacen en el<br />

recuerdo de lo experimentado o en la expectación de lo por venir. Así, todos<br />

estos placeres tienen que ser engendrados siempre por cosas sensibles. Y<br />

puesto que cuando se generan en nosotros el 15 placer y el dolor, se generan<br />

también el vicio y la virtud (pues éstos están siempre en relación con<br />

aquellos), y puesto que los placeres y dolores son alteraciones 626 de la parte<br />

sensible del alma, es evidente que cuando algo se altera, necesariamente<br />

también el vicio y la virtud se pierden o se adquieren. Por consiguiente,<br />

aunque su generación implique una alteración ellos no son alteraciones. 217b<br />

Pero tampoco los hábitos de la parte inteligente del alma son alteraciones, ni<br />

hay una generación de ellos. Pues es sobre todo al cognoscente al que hay que<br />

considerar como una relación a algo. Además, es evidente que no hay una<br />

generación de estas relaciones. Pues el cognoscente en potencia no llega a<br />

conocer por un movimiento propio, sino por la 5 presencia de alguna otra<br />

cosa, ya que al encontrarse con lo particular lo conoce porque de algún modo<br />

lo universal está presente en lo particular 627. Por otra parte, no hay generación<br />

del uso y de la actualidad del conocer, a menos que se admita que hay<br />

generación de la visión o del tacto y que la actualidad del conocer es análoga<br />

a éstos. Tampoco la adquisición inicial de conocimiento 628 es una generación<br />

o una 10 alteración; pues decimos que la razón conoce y piensa justamente<br />

cuando está en reposo y en quietud, pero el llegar a estar en reposo no es una<br />

generación, ya que, como hemos dicho antes, no hay generación de ningún<br />

cambio. Además, así como cuando alguien ha pasado del estado de ebriedad<br />

o de sueño o de enfermedad a su estado contrario no decimos que se haya<br />

generado de nuevo el conocer (aunque antes 15 fuese incapaz de hacer uso del<br />

conocimiento), tampoco podemos decir que haya generación cuando<br />

adquiere inicial-mente ese estado; pues sólo por la distensión 629 del alma<br />

626 23 Pero en Ét. Nic. se dirá que los placeres y dolores no son alteraciones, si bien tienen lugar<br />

mediante alteraciones de las sensaciones; el placer es teleiôsis y el dolor es éxtasis.<br />

627 24 Cf. supra 184a22; PLATÓN, República 524c.<br />

628 25 Sobre el conocer incipiente cf. Platón, Fedón 96b, donde se menciona una explicación<br />

fisiológica del acto mental, similar a la del tratado hipocrático Sobre la enfermedad sagrada. I.<br />

DÜRING (<strong>Aristóteles</strong>, pág. 303) indica que, según esta doctrina, cuyo origen acaso esté en Alcmeón,<br />

el pensar comienza cuando la mente se aparta del flujo de las sensaciones, opiniones y recuerdos, y<br />

llega al reposo (êremeîn). <strong>Aristóteles</strong> agrega stênai, en conexión etimológica con epistêmê.<br />

629 26 Kathístêmi (katástasis) tiene aquí el sentido de contención de las pasiones, distensión, sosiego,<br />

en oposición a paroxysmós. Esta oposición también se encuentra en los hipocráticos.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!