Aristóteles - Física (pdf) - La Caverna
Aristóteles - Física (pdf) - La Caverna
Aristóteles - Física (pdf) - La Caverna
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Ahora bien, cabe preguntarse si es posible que una cosa 25 esté en sí misma o<br />
no lo es en ningún caso, pues toda cosa o no está en ninguna parte o está en<br />
otra cosa 317. <strong>La</strong> pregunta es ambigua, pues «estar en sí» 318 puede entenderse<br />
con respecto a sí mismo o bien con respecto a otra cosa. Porque, cuando<br />
aquello que está en algo y aquello en lo que eso está son partes de un todo,<br />
entonces diremos que el todo está «en sí mismo», ya que esto se dice también<br />
de las partes; por ejemplo, se dice de un hombre que es «blanco» porque su<br />
superficie visible es blanca, o que es «cognoscente» porque 30 posee la<br />
capacidad de razonar. En consecuencia, el ánfora no estará en sí misma ni<br />
tampoco el vino, pero si lo estará el ánfora de vino 319; en efecto, aquello que<br />
está dentro y aquello dentro de lo cual está son ambos partes una misma<br />
cosa. En este último sentido cabe, pues, la posibilidad de que una cosa esté<br />
«en sí misma», pero no es posible en sentido estricto 320; así, por ejemplo, la<br />
blancura está «en» un cuerpo 210b (pues la superficie visible está en un<br />
cuerpo) y la ciencia está «en» el alma; y según estas «partes» del hombre (el<br />
cuerpo y el alma) se habla de la «blancura» o la «ciencia» como estando «en»<br />
el hombre. El ánfora y el vino no son «partes» cuando están separados, pero<br />
sí lo son cuando están juntos. Por eso, sólo cuando tenga partes una cosa<br />
podrá estar en sí misma; así, por ejemplo, la blancura está en el 5 hombre por<br />
estar en su cuerpo, y está en el cuerpo por estar en su superficie visible; pero<br />
el estar en la superficie no es por ningún otro respecto; estas dos cosas, la<br />
superficie y la blancura, son específicamente distintas, y poseen cada una<br />
distinta naturaleza y potencialidad.<br />
317 31 <strong>La</strong>s fuentes de esta reflexión se encuentran, al parecer, en el Par-ménides de Platón (138a/b,<br />
145b/c) y en la tesis de Anaxágoras discutida en 205bl ss. El problema venía suscitado también por<br />
la aporía planteada por Zenón (209a23-25, 210b22-27), la cual pudo haber sido una respuesta a<br />
quienes objetaban a Parménides que el Universo «tiene que estar en algo».<br />
318 32 <strong>La</strong> aporía del «estar en sí» puede significar: a) si una cosa puede estar en sí misma en tanto<br />
que sí misma, o b) si puede estar en sí misma en tanto que otra (es decir, en virtud de que alguna<br />
parte suya esté en otra parte suya).<br />
319 33<br />
El todo «ánfora-de-vino» está en sí mismo en el sentido de que una parte suya (vino) está en<br />
otra parte suya (ánfora).<br />
320 34 Asi, una cosa sólo puede estar en si misma kath'héteron pero no kath hautó, pues nada puede<br />
ser autoperiéchon, ya que tendría que ser a la vez periéchon y periechómenon. En Parm. 145b/c se<br />
sugiere en cambio que una unidad indivisible es un todo y también la totalidad de sus partes: pero,<br />
como las partes están en el todo y el todo está en las partes, hay que decir que, de algún modo, la<br />
unidad esta en sí misma.