13.04.2013 Views

13786.pdf

13786.pdf

13786.pdf

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

XXVI<br />

tejido por una infinidad de castillos pequeños que formaban un cor-<br />

dan inespugnable, cultivaba en paz el terreno tan recientemente<br />

conquistada. Asi es, que la industria rural hizo algunos esfuer­<br />

zos para progresar yrecojió cuidadosamente las tradiciones árabes, '<br />

y la España , que volvía á formar un estado europeo, presentó el<br />

modelo de un pueblo que salia de la barbarie, para encaminarse<br />

rápidamente á la civilización.<br />

Algunos navegantes visitaron las costas del Mediterráneo',<br />

nuevas relaciones y nuevos intereses fueron el inmediato resulla-<br />

do de estas primeras tentativas, y acudió el comercio á colocar sus<br />

coronas sobre las cabezas de los guerreros, á quienes habia sen­<br />

tado sobre su trono lejítimo una sucesión de victorias tan rápidas<br />

como esclarecidas. La España habia recobrado ya una parte de sus<br />

riquezas : era agrícola y comerciante, al paso que los sajones ve-<br />

jetaban en Inglaterra , y que los franceses desunidos y anonadados<br />

tenían un rey, cuija autoridad era dirijida por el capricho de sus<br />

grandes feudatarios.<br />

En esta época, bien notable en la historia de Epaña, estaba<br />

la nación dividida en tres clases distintas: el guerrero ó noble, el<br />

agricultor ó villano , y el comerciante ó ciudadano. Un ciímulo de<br />

instituciones, heredadas de los diversos pueblos que habían ocu­<br />

pado la España, gobernaban á estas tres clases, y prolejian todos<br />

los poderes. Si en posteriores tiempos se impusieron varias gá­<br />

yelas al agricultor, sin concederle premio alguno, la iglesia se<br />

declaraba protectora suya, y en aquella primitiva época, los obis­<br />

pos se consideraban como los naturales defensores de sus dioce­<br />

sanos.<br />

Cesaron las guerras santas con la derrota de los moros. Es-<br />

linguiose el entusiasmo de las cruzadas, y ensanchándose la au­<br />

toridad de los reyes, sucedieron nuevas guerras á los rancios abu­<br />

sos. Cesaron los nobles de componer entonces la principal, ó mas<br />

bien la única fuerza del ejército. La franquicia de las ciudades<br />

creó una barrera contraía autoridad aristrocálica; unió los intere-

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!