03.01.2021 Views

Contacto - Carl Sagan

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

no era precisamente lo que ellos veían en ese momento.

De vez en cuando uno de los vértices del dodecaedro rozaba la pared, de la

cual se desprendían escamas de un material desconocido. Muy pronto una nube

de finas partículas iba siguiéndolos. Cada vez que tocaban la pared, Ellie sentía

una ondulación, como si se hubiese retirado algo suave para amortiguar el

impacto. La tenue iluminación era difusa, uniforme. En ocasiones, el túnel

describía una curva suave, y el dodecaedro se veía obligado a mantener la

curvatura. Hasta el momento, Ellie no divisaba ningún objeto que se dirigiese

hacia ellos. A semejante velocidad, hasta el choque con un pajarito podía

ocasionar una tremenda explosión. ¿Y si sólo fuese una caída sin fin en un abismo

insondable? La ansiedad le provocaba un nudo en el estómago. Así y todo,

procuró no desanimarse.

« Es un agujero negro» , pensó. « Me estoy despeñando por un agujero negro,

aunque a lo mejor enfilo directa hacia una singularidad desnuda, como la llaman

los físicos. En las proximidades de una singularidad, se violan las ley es de la

causalidad, los efectos pueden preceder a las causas, el tiempo se retrotrae, muy

difícilmente uno puede sobrevivir, y mucho menos recordar la experiencia» .

Frente a un agujero negro en rotación —recordó haber estudiado años antes—

había que evitar una singularidad de anillo, o algo aún más complejo. Los

agujeros negros eran siniestros. « Si nos descuidamos y caemos en ellos, las

poderosas fuerzas gravitacionales nos estirarán hasta convertirnos en un hilo largo

y delgado. También nos aplastarían en sentido lateral» . Felizmente no se

advertían indicios de tales peligros. A través de las superficies transparentes del

techo y el piso, notó que la matriz organosilícea en algunas partes se hundía sobre

sí misma, mientras que en otras, se desplegaba. Las clavijas de erbio embutidas

giraban y saltaban. Dentro de la Máquina, todo —incluso ella y sus compañeros

— presentaba un aspecto normal. Bueno, quizás estuvieran un poquito excitados,

pero todavía no se habían transformado en hilos largos.

Sabía que esas cavilaciones eran ociosas. La física de los agujeros negros no

pertenecía a su esfera. Además, no veía por qué eso pudiera tener algo que ver

con los agujeros negros, los cuales eran primordiales —producidos en el origen

del universo—, o bien se habían formado en épocas ulteriores, debido al colapso

de una estrella may or que el Sol. En tal caso, sería tan fuerte la gravedad —salvo

los efectos cuánticos— que ni siquiera la luz podría escapar, aunque el campo

gravitacional ciertamente permanecería. De ahí que se los denominara

« agujeros» , y « negros» . No obstante, allí no había colapso de estrellas, como

tampoco creía que se hubiesen adentrado en un agujero negro primordial. De

todas maneras, nadie sabía dónde podía ocultarse el agujero negro primordial

más cercano. Sólo se habían limitado a fabricar la Máquina y a poner en

funcionamiento los benzels.

Miró a Eda y vio que estaba realizando unos cálculos con una pequeña

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!