TEMAS DE COOPERAÇÃO INTERNACIONAL

Parte II – Atuação do Ministério Público e do Judiciário
La cooperación judicial internacional en el siglo XXI
Especialización y creación de unidades especializadas en las Fiscalías
Rosa Ana Morán Martínez*
Enfrentar el reto de la internacionalización de delito y la difuminación de las fronteras
para los delincuentes requiere el uso de mecanismos de auxilio judicial internacional. La
realidad es que contamos con mecanismos, creados esencialmente en el siglo XX, que se
han revelado insuficientes para conseguir una respuesta eficaz y ágil. Los Fiscales sabemos
bien que obtener auxilio internacional es aún demasiado formal y dificultoso y que
diversos factores como las implicaciones de la soberanía, las diferencias entre los sistemas
penales y procesales de los distintos Estados, las barreras idiomáticas, y la lentitud de los
tradicionales instrumentos de cooperación entorpecen la obtención de asistencia judicial
en el extranjero.
Los Estados trabajan con las organizaciones internacionales de integración o cooperación
o bien reforzando sus relaciones bilaterales para mejorar los mecanismos de cooperación
internacional. Sin duda, la evolución de la cooperación va íntimamente ligada al desarrollo
de determinados ámbitos de integración política. Es un hecho que la base de la cooperación
se encuentra en la confianza mutua, algo que se incrementa a través de las relaciones que
se forjan en el seno de las organizaciones internacionales de integración o cooperación.
La cooperación penal tradicional se ha entendido como acto de colaboración entre
Estados basado en el principio “comitas gentium ab reciprocam utilitatem” (“cortesía internacional
a causa de la recíproca utilidad”), por ello ha mantenido un fuerte componente
estatal con intervención decisorias del ejecutivo como titular de las relaciones exteriores
del Estado y con criterios profundamente anclados en la protección de intereses nacionales.
Las solicitudes de cooperación con esa base estatal se producen sin contacto alguno entre
autoridades competentes y con formalidades extremas que entorpecen la obtención de
informaciones en el extranjero hasta hacer desistir a las autoridades de reclamar esa ayuda.
Sin embargo, en los últimos años este concepto de la cooperación está en revisión y
las líneas de cambio podrían resumirse en las siguientes orientaciones generales.
1. Hacia una comunicación directa entre autoridades judiciales competentes
Nada es más eficaz para conseguir la cooperación de una autoridad extranjera que
entrar en contacto directamente con ella y ese debe ser el objetivo. Para llegar al traslado
directo de solicitudes entre autoridades competentes hay un largo camino que ya estamos
recurriendo.
* Fiscal de Sala de Cooperación Internacional.
109