09.05.2013 Views

Tesis Ignacio Calle Albert - Inicio RODERIC - Universitat de València

Tesis Ignacio Calle Albert - Inicio RODERIC - Universitat de València

Tesis Ignacio Calle Albert - Inicio RODERIC - Universitat de València

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

experimento <strong>de</strong>scrito en primer lugar, se mostró como un estímulo- respuesta,<br />

tal y como años más tar<strong>de</strong> <strong>de</strong>scribirá el ruso Iván Pavlov (1849-1936). Pero<br />

centrémonos en el hecho musical en si y en la capacidad musical <strong>de</strong> Quenau.<br />

Evi<strong>de</strong>ntemente, Quenau no podía tener la aptitud <strong>de</strong> interpretar al<br />

instrumento ni <strong>de</strong> enten<strong>de</strong>r las notas que tarareaba, pero lo que si estaba claro,<br />

es que tenía una capacidad innata para <strong>de</strong>codificar sonidos en su cerebro y<br />

traducirlos en vocalizaciones or<strong>de</strong>nadas y secuenciadas, don<strong>de</strong> las melodías<br />

escuchadas eran transformadas en un ronco tarareo, por lo documentado,<br />

bastante inteligible. Si a esto añadimos una capacidad memorístico-musical<br />

importante, al recordar las canciones que en su presencia se habían<br />

interpretado, la conexión entre esa mente maltrecha con la realidad, a través <strong>de</strong><br />

la música, era un hecho probado.<br />

No se <strong>de</strong>scribe si en alguna sesión se le hizo partícipe <strong>de</strong> intentar<br />

manipular o tocar algún instrumento <strong>de</strong> percusión con el que pudiera seguir el<br />

ritmo marcado por los instrumentistas, por lo que la terapia se limitaba a la<br />

audición y a la imitación. Si el interés por conseguir el objetivo era canalizar la<br />

obsesión por comer hacía los sonidos, parece, según lo escrito, que se había<br />

conseguido.<br />

Pero vayamos más allá en cuanto a la música que se empleó en la<br />

terapia. En las primeras sesiones, las melodías eran canciones simples con<br />

instrumentos con una sola línea melódica (violín o voz), don<strong>de</strong> la repetición era<br />

más viable y más sencilla. Aquí la paciente se mostró complacida con su éxito<br />

<strong>de</strong> equipararse al unísono a la música que brotaba <strong>de</strong> las fuentes sonoras<br />

señaladas. Así predominó hasta la sesión <strong>de</strong>l 25 <strong>de</strong> agosto <strong>de</strong> 1833, en la que,<br />

sacándola <strong>de</strong> la Salpetriere para realizar el experimento, se llamó a un pianista<br />

virtuoso. Tal intérprete no era otro que el extraordinario pianista húngaro Franz<br />

Liszt (1811-1886), afincado en París <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 1823, que contaba con 22 años<br />

cuando se le requirió para formar parte <strong>de</strong>l tratamiento. Dado el increíble<br />

virtuosismo <strong>de</strong>l pianista magiar, y la cantidad <strong>de</strong> notas que tocó ante la<br />

<strong>de</strong>mente, ésta, no fue capaz <strong>de</strong> igualarse tonalmente con él en ningún<br />

momento, <strong>de</strong>squiciándose, convulsionando, y poniéndose muscularmente<br />

rígida. Al interrumpirse la música, se le ofrecieron albaricoques, a los que atacó<br />

insaciablemente, y liberó su cuerpo <strong>de</strong> los síntomas mostrados. Sin embargo,<br />

581

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!