09.05.2013 Views

Tesis Ignacio Calle Albert - Inicio RODERIC - Universitat de València

Tesis Ignacio Calle Albert - Inicio RODERIC - Universitat de València

Tesis Ignacio Calle Albert - Inicio RODERIC - Universitat de València

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

“[…] por tener experimentado que aunque con todas bailan y se<br />

aran los dolientes, tardan dos o tres días más, y con las suyas se logra sin<br />

comparación más pronto alivio” 1231<br />

Es interesante señalar, que si el tañedor en este caso, se equivocaba o<br />

<strong>de</strong>jaba <strong>de</strong> tocar en un momento <strong>de</strong> clímax importante en el proceso, el enfermo<br />

se resentía pudiendo <strong>de</strong>svanecerse. Por eso era necesario que el músico<br />

supiera bien como hacerlo, por lo que hubo profesionales al uso, que muy<br />

probablemente, se <strong>de</strong>dicaran a tocar allí don<strong>de</strong> se requiriera su presencia,<br />

especializándose en este tipo <strong>de</strong> terapias y con las tarantelas como canciones<br />

más comunes a interpretar. Si el enfermo recaía por intercesión fatal <strong>de</strong>l<br />

músico al cabo <strong>de</strong>l año, el veneno se podía volver a fermentar y producir los<br />

mismos síntomas que al principio. Cid llamó a esto “tarantismo crónico” 1232 .<br />

A<strong>de</strong>más <strong>de</strong>l mencionado José Recuero el ciego, Cid también citó a otros<br />

tocadores como Nicolás el Cantero, Fulgencio el Pintor, Fray José <strong>de</strong>l Espíritu<br />

Santo (trinitario), Gabriel Ximénez, Francisco y Luis Ribera (discípulos <strong>de</strong><br />

Ximénez), Manuel Meoro el Alguacil menor, Francisco Beltrán el Esquilador,<br />

Manuel <strong>de</strong> Tera, Juan Cerda, Antonio Muñiz, Bernardo Gómez Barbé y José<br />

López. Todos ellos, con competencias rurales como canteros, alguaciles,<br />

pintores, esquiladores etc., que se <strong>de</strong>dicaban a tocar la guitarra, el violín y la<br />

vihuela con gran maestría. Con el tiempo, se convirtieron en los verda<strong>de</strong>ros<br />

terapeutas <strong>de</strong>l tarantismo.<br />

Los síntomas <strong>de</strong> los atarantados eran múltiples y variados, según claro<br />

está la complexión <strong>de</strong> la persona mordida. Algunos <strong>de</strong> ellos, amén <strong>de</strong> las<br />

consabidas convulsiones, espasmos y movimientos incontrolados, eran ciertas<br />

ten<strong>de</strong>ncias eróticas mientras se estaba bajo el po<strong>de</strong>r <strong>de</strong>l veneno. Todos estos<br />

síntomas los <strong>de</strong>scribió Cid <strong>de</strong> esta manera:<br />

“Al ser atacado el hombre por este arácnido siente como una<br />

aguda picadura bastante dolorosa y algo parecida a la <strong>de</strong> una abeja, pero<br />

más fuerte; fórmase, por lo común, un círculo rojo, morado o pajizo;<br />

alguna vez no aparece el círculo, viéndose una elevación o pequeña<br />

inflamación <strong>de</strong> color natural, como un tuberculillo a manera <strong>de</strong> una<br />

1231 Archivo Histórico Nacional, Consejos Suprimidos, leg. 11875 (l), f. 17.<br />

1232 Cid, Francisco Xavier. Tarantismo observado en España… p.100-101<br />

623

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!