09.05.2013 Views

Tesis Ignacio Calle Albert - Inicio RODERIC - Universitat de València

Tesis Ignacio Calle Albert - Inicio RODERIC - Universitat de València

Tesis Ignacio Calle Albert - Inicio RODERIC - Universitat de València

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

“Yo también quería probar la música como terapia. Hay pocos<br />

médicos alienados que han recurrido a estos medios <strong>de</strong> distracción, ya<br />

sea entre los antiguos como entre los mo<strong>de</strong>rnos. Se han hecho intentos<br />

en este género, pero he encontrado, <strong>de</strong>masiado incompleta la cuestión en<br />

cuanto a la eficacia <strong>de</strong> la música en el tratamiento <strong>de</strong> la locura, y voy a<br />

hablar con los que hicieron estos intentos”<br />

¿Por dón<strong>de</strong> comenzar a investigar en este campo? En primer lugar,<br />

Leuret no tenía entre su plantilla a ningún músico que le sirviera <strong>de</strong> terapeuta,<br />

por lo que tuvo que buscar entre sus pacientes. Las pesquisas dieron<br />

resultado, y encontró un músico violinista con un trastorno obsesivo.<br />

Lógicamente, primero había que tratar al violinista, pues su miedo al entorno,<br />

había creado a un personaje temeroso, melancólico y obsesionado. Así lo<br />

<strong>de</strong>scribió nuestro psiquiatra:<br />

“Como no tenía a mi disposición, ni cantante ni músico, tuve que<br />

buscar entre los alienados. Entre ellos había un violinista viejo y<br />

enfermo, <strong>de</strong>l que aparentemente poco se podía sacar. Creía que le<br />

perseguía la policía, y no se atrevía a comunicarse con nadie. Para hacer<br />

que funcionara y po<strong>de</strong>r darle <strong>de</strong> comer tenía que usar varias<br />

alternativas. Lo cierto es que no sabía muy bien como hacerlo y pensé<br />

directamente en la música.<br />

Conduje al paciente hasta el cuarto <strong>de</strong> baño. Tenía dos<br />

alternativas, o el baño <strong>de</strong> agua fría o coger el violín: <strong>de</strong>bía elegir. Vaciló<br />

durante algún tiempo, pero finalmente prevaleció el recuerdo <strong>de</strong> su<br />

profesión, y tomó el violín. Tocó una melodía, una que él quiso, la<br />

Marsellesa. Teniéndolo en este punto, tenía que aprovechar para obtener<br />

más <strong>de</strong> él. Sin dilación lo lleve a la escuela <strong>de</strong> música contigua a la<br />

Bicetre, y contraté a algunos cantantes para que él los acompañara.<br />

Realizamos este tratamiento durante dos meses, en los que el<br />

hombre volvió a ser el gran violinista que era y continuó con el ejercicio<br />

<strong>de</strong> su profesión. Des<strong>de</strong> entonces, y para cualquier tratamiento con otros<br />

pacientes, acudí para que me ayudase” 1138<br />

Tengamos en cuenta, que el paciente violinista, presentaba una<br />

patología “curable”, si se trataba correctamente. Según Leuret, no hubo otro<br />

medio <strong>de</strong> terapia que no fuera la música.<br />

Sabemos por otros escritos, que las personas que tenían contacto<br />

directo con este arte (intérpretes), eran susceptibles <strong>de</strong> tener mayor<br />

1138 Ibid. p.177<br />

589

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!