10.05.2013 Views

Retablo del Alto Aragón - Instituto de Estudios Altoaragoneses

Retablo del Alto Aragón - Instituto de Estudios Altoaragoneses

Retablo del Alto Aragón - Instituto de Estudios Altoaragoneses

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

CIUDADES, PUEBLOS Y PAISAJES<br />

Noé en una sala baja, con canarios, car<strong><strong>de</strong>l</strong>inas, hámsteres, perdices<br />

y codornices. Pero no contentos con ellos, en una carrasca cercana<br />

que habían observado y quedado entusiasmados al contemplar<br />

cómo una pareja <strong>de</strong> corbetas preparaban un nido, cuando este ya<br />

estuvo hecho e incubados sus huevos, cogieron dos crías y las criaron<br />

con gran acierto, dándoles <strong>de</strong> comer pan, carne, alpiste y<br />

algún grano <strong>de</strong> trigo o <strong>de</strong> cebada. Las cornejas son <strong>de</strong> tamaño un<br />

poco superior al <strong>de</strong> las palomas, <strong>de</strong> color negro, con su cabeza ligeramente<br />

blanqueada por unas plumas canosas. Cuando ya fueron<br />

un tanto crecidas, les colocaron con cuidado un cascabelico a cada<br />

una en la pata izquierda; con ello cuando les acompañaban piaban<br />

y ellos escuchaban el tin-tin <strong>de</strong> los cascabeles.<br />

Eran felices los dos muchachos con sus animales, aunque en<br />

alguna ocasión tuvieran algún problema, como cuando un gato, <strong>de</strong><br />

los que <strong>de</strong>bía haber por lo menos una docena, le cortó <strong>de</strong> un mordisco<br />

la cabeza a un canario.<br />

Pero no fue esta la mayor <strong>de</strong>sgracia <strong>de</strong> aquel mundo feliz, don<strong>de</strong><br />

el patio era enorme y fresco en el verano y las corbetas entraban y<br />

salían y no lo manchaban porque hacían sus necesida<strong>de</strong>s fuera <strong>de</strong> él.<br />

Había en medio una enorme mesa con un banco y unas sillas don<strong>de</strong><br />

se sentaban los visitantes y quienes eran invitados.<br />

Y precisamente había uno que allí acudía con frecuencia a traer<br />

la compra que en Huesca habían hecho Bernardo y Visi y lo invitaban<br />

a comer, especialmente porque le gustaban sardinas rancias <strong>de</strong><br />

las que se comía con gran <strong>de</strong>seo la cabeza, dándole el cuerpo con frecuencia<br />

a Bernardo; pero tenía el <strong>de</strong>fecto <strong>de</strong> ser un gran bebedor <strong>de</strong><br />

vino, por lo que Visi tenía apuro <strong>de</strong> dárselo. Un día <strong>de</strong> tantos le<br />

pidió vino y ella se lo negó, pero él enormemente enfadado, pegó<br />

un manotazo <strong>de</strong>scomunal en la gran mesa y entonces la corbeta<br />

macho indignada porque creía que le quería pegar a su dueña, se<br />

lanzó sobre él y le picó en el labio, no queriendo soltarlo. Pero Visi,<br />

asustada se lo sacó <strong>de</strong> encima; mientras la corbeta hembra revoloteaba<br />

alre<strong>de</strong>dor y piaba, le <strong>de</strong>cía: «¡Suéltalo que no me quiere pegar!».<br />

Se asustaron y lo soltó, mientras los niños lloraban y el abuelo, enfadado<br />

y asustado, en cuanto pudo mató con perdigones, y con gran<br />

sentido <strong>de</strong> la justicia, a las dos pobres compañeras corbetas.<br />

A los pobres hijos se les fue un poco <strong>de</strong> ilusión, pues ya no les compraron<br />

el mono que para completar su arca <strong>de</strong> Noé, les iban a traer.<br />

103

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!