10.05.2013 Views

Retablo del Alto Aragón - Instituto de Estudios Altoaragoneses

Retablo del Alto Aragón - Instituto de Estudios Altoaragoneses

Retablo del Alto Aragón - Instituto de Estudios Altoaragoneses

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

RETABLO DEL ALTO ARAGÓN<br />

30<br />

que le impidió llegar a secretario <strong><strong>de</strong>l</strong> Vaticano. Se ve que es una<br />

vocación frustrada; ayudó a misa en Siétamo con el entonces<br />

Antoñito y en Huesca también tuvo participación en diversas procesiones,<br />

entre otras en la <strong>de</strong> San Lorenzo, en que portaba un farol<br />

a un lado <strong>de</strong> la cruz procesional, llevando el otro farol el famoso<br />

«Caragüey», que al oírse insultado, contestaba con palabras <strong>de</strong><br />

ningún modo litúrgicas. Cuando se encontraba en el lecho <strong>de</strong><br />

muerte, lo llamaban por su propio nombre y exclamaba el pobre:<br />

«¡Qué malo <strong>de</strong>bo <strong>de</strong> estar cuando ya nadie me llama “Caragüey”!».<br />

A Antonio Bescós, por mal nombre lo llaman «Trabuco»; observen<br />

qué poco respeto <strong>de</strong>muestra la gente llamando así a un ministro<br />

que está al servicio <strong>de</strong> la sacristía; <strong>de</strong> la misma forma que a un<br />

santo le sientan mal dos pistolas, a Antonio le sienta mal ese apodo.<br />

Aunque san Pablo dice que el que sirva al altar, viva <strong><strong>de</strong>l</strong> altar,<br />

hoy se ganan la vida en otros trabajos hasta los sacerdotes; calculen<br />

lo que habrán tenido que trabajar los sacristanes, sobre todo los<br />

<strong>de</strong> las parroquias pobres. Antonio iba a Huesca en bicicleta a su<br />

tarea <strong>de</strong> peón pero <strong>de</strong> paso ejercía <strong>de</strong> reca<strong>de</strong>ro y, quizá por su condición<br />

<strong>de</strong> sacristán, no admitía encargos poco <strong>de</strong>centes, atentatorios<br />

contra la natalidad.<br />

Todo lo relacionado con lo sagrado le atraía, incluso la predicación,<br />

y a este respecto cuentan que, cuando trabajaba en la restauración<br />

<strong>de</strong> la iglesia <strong>de</strong> Siétamo, se subió al púlpito y comenzó a predicar<br />

a sus otros compañeros <strong>de</strong> trabajo; en esas estaba, cuando<br />

llegó el cura <strong>de</strong> Torres <strong>de</strong> Montes que lo apeó rápidamente <strong>de</strong> tan<br />

alta tribuna.<br />

No cesó en su vocación a pesar <strong><strong>de</strong>l</strong> inci<strong>de</strong>nte. Y a pesar <strong>de</strong> que<br />

el mosén le quiso cobrar un duro por el entierro <strong>de</strong> su padre, él<br />

colaboró gratis en todos los entierros <strong>de</strong> su pueblo para que, a su<br />

vez, ellos <strong>de</strong>s<strong>de</strong> allí arriba se acuerdan <strong>de</strong> él.<br />

El Señor se complace con los humil<strong>de</strong>s y algo ha sucedido que<br />

ha venido a compensarle <strong>de</strong> su frustrada vocación. Los danzantes<br />

han ido a Roma y si él no hubiera podido acompañarlos seguro<br />

que revienta, pero su esposa, la señora María, muy comprensiva,<br />

le ha permitido viajar a la Se<strong>de</strong> <strong>de</strong> la Cristiandad. Quería visitar la<br />

tumba <strong>de</strong> san Lorenzo, a quien en Huesca había acompañado procesionalmente<br />

y quería saludar a su compañero <strong>de</strong> escuela, monseñor<br />

Javierre; allá fue y al encontrarse ante él, dijo: «Monseñor,

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!