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Retablo del Alto Aragón - Instituto de Estudios Altoaragoneses

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RETABLO DEL ALTO ARAGÓN<br />

274<br />

agradable, como era el <strong>de</strong> perseguir a sus compañeros. Nadie<br />

quería «pararla» y al empezar el juego se sorteaba, sacando una<br />

pajeta <strong>de</strong> la mano <strong>de</strong> la madre y aquel que la sacaba más corta, ese<br />

la «paraba». Este ponía su cabeza en el regazo, halda o falda <strong>de</strong> la<br />

madre, que le tapaba los ojos y todos cantaban: «¡A la palma luz, que<br />

se cagó en el almuz, una palmada más, a mandar y no callar!», al<br />

tiempo que le pegaban palmadas en las costillas y seguían cantando<br />

«Una palmada sin reír, otra sin hablar, a pegarle un pizco en el<br />

culo y a escapar a fuir». Todos iban huyendo a escon<strong>de</strong>rse, mientras<br />

cantaba la madre: «¡Conejitos a escon<strong>de</strong>r, que la liebre va a<br />

salir y si va o no va, a algún tonto cogerá!». Preguntaba a continuación:<br />

«¿Suelto la liebre?» y los que más habían corrido, gritaban:<br />

«¡Síííí...!». Salía la liebre corriendo y todos los conejitos<br />

acudían al regazo <strong>de</strong> la madre y quedaban en situación <strong>de</strong> seguir<br />

jugando y al que cogía la liebre, la «paraba».<br />

Así se divertían los niños y también la madre, exactamente<br />

igual que se divierten la osa y los oseznos <strong>de</strong> Rodríguez <strong>de</strong> la<br />

Fuente.<br />

Palmadas, palmatorias, luces y sombras, juego <strong>de</strong> palabras y<br />

eterno juego <strong>de</strong> niños. He dicho eterno pero, hoy día, hay niños<br />

que se aburren con sofisticados juguetes.<br />

La jota como oración<br />

(A monseñor Antonio María Javierre)<br />

Cuando un automovilista que venía <strong>de</strong> Huesca se ha <strong>de</strong>tenido<br />

en nuestro pueblo para preguntar el motivo <strong>de</strong> tan espléndidas<br />

luminarias, ha interrogado al primer vecino que ha encontrado y<br />

este le ha contestado, como buen aragonés y más en el día <strong><strong>de</strong>l</strong><br />

Pilar, en copla <strong>de</strong> jota, diciendo: «Del Vaticano a Siétamo / nos<br />

llega una autoridad, / es el car<strong>de</strong>nal Javierre, / que nos viene a<br />

visitar».<br />

Y es que el pueblo aragonés se pone jotero cuando algo le llega<br />

al alma; y aunque esta afirmación, para algunos, sea un enorme<br />

tópico, la hago basándome en la observación.<br />

Los que, más o menos cultivados, tratan <strong>de</strong> <strong>de</strong>scribir en largos<br />

renglones a nuestras gentes sencillas, no lo hacen mejor que esas<br />

mismas gentes, que con cuatro versos <strong>de</strong> ocho sílabas, improvisan

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