10.05.2013 Views

Retablo del Alto Aragón - Instituto de Estudios Altoaragoneses

Retablo del Alto Aragón - Instituto de Estudios Altoaragoneses

Retablo del Alto Aragón - Instituto de Estudios Altoaragoneses

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

RETABLO DEL ALTO ARAGÓN<br />

266<br />

que crían en las mismas zolles don<strong>de</strong> antes criaban los tozinos.<br />

Cuando Francho, no Francher porque ya ha crecido, sube a su<br />

pueblo, se llena <strong>de</strong> tristeza al ver la iglesia convertida en pari<strong>de</strong>ra,<br />

el cementerio en un bosque y su casa solar en una ruina. Entró por<br />

ella y <strong>de</strong> la zolle don<strong>de</strong> antiguamente criara la tozina saltó un jabalí<br />

que se puso rufo, le enseñó los colmillos, gruñó y dando un bufido<br />

salió disparado por la puerta <strong><strong>de</strong>l</strong> corral. Francho se acordó <strong><strong>de</strong>l</strong><br />

gulín que cuando era niño le acompañaba por los prados, porque<br />

lo había hecho panizero y exclamó: «¡Qué lástima no haber traído la<br />

escopeta! Mañana hubiera bajado la muestra <strong><strong>de</strong>l</strong> jabalí al mata<strong>de</strong>ro<br />

y nos hubiéramos echado una lifara con los matarifes». Porque,<br />

aunque no lo había dicho aún, Francho era veterinario y ¡bueno!<br />

no le gustaba matar a nadie a pesar <strong>de</strong> estar en el mata<strong>de</strong>ro, aparte<br />

<strong>de</strong> los jabalíes, que lo tienen bien merecido pues como habéis<br />

podido comprobar se les está «pusiendo mucha orgullez». Pero a ese<br />

gulín que estaba recordando no lo hubiera matado nunca, porque<br />

era amigo suyo y si no fuera porque sus padres se empeñaron, aún<br />

estaría vivo. Claro que el día que lo mataron, él se escondió en la<br />

cuadreta <strong>de</strong> la burra para no verlo pa<strong>de</strong>cer, pero aún así se acongojó<br />

<strong>de</strong> sentilo chilar. Aún ahora <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> tantos años, le parecía<br />

que una angunia se le metía en el pecho al recordar a su amigo el<br />

tozino. No se rían uste<strong>de</strong>s <strong>de</strong> que Francho tuviera un amigo tozino,<br />

pues era verda<strong>de</strong>ro, tozino <strong>de</strong> verdad y amigo <strong>de</strong> verdad, y <strong>de</strong>spués<br />

conoció en la ciudad a muchos que nunca ha sabido si eran amigos<br />

<strong>de</strong> verdad o tozinos <strong>de</strong> verdad, pues si bien solo tenían dos patas,<br />

su comportamiento era peor que el <strong>de</strong> un tozino o el <strong>de</strong> un jabalí,<br />

como el que le brincó <strong>de</strong> la zolle <strong>de</strong> su casa.<br />

«¡Qué cosas es la vida!», pensó Francho. Un gramático le hubiera<br />

dicho: «No se dice “¡qué cosas es la vida!”». Pero yo, que no tengo<br />

más gramática que la parda que me ha enseñado la gente <strong><strong>de</strong>l</strong> pueblo,<br />

pienso que tenía razón el veterinario, porque la vida está compuesta<br />

por muchas cosas. Y muchas cosas le pasaban a Francho por<br />

la cabeza en esos momentos. Salió <strong>de</strong> la cuadra cantando: «Mi tozino<br />

murió, mi alegría se fue y la cuadra se quedó “pa” criar jabalíes».<br />

Llegó a la plaza don<strong>de</strong> había unos hermosos carasoles y en ellos le<br />

pasaron, como en una película, antiguas escenas: la vieja hilaba, el<br />

tejedor tejía, la gallina escarbaba, el ciego tañía y la niña cantaba al<br />

bebé: «¡Teje, teje, tejedor, garras, garras <strong>de</strong> traidor!».

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!