Untitled - Fundación de Historia Natural Félix de Azara

134 Entre Pasados y Presentes II
granulometría mayor a lo observado en la facies 1. Asimismo, la misma circulación
de agua con alta energía (recordemos que 3.5 a 4 km 3 de agua son volcados
en el lago Argentino en un lapso de 2 a 4 días) producirá erosión. Por lo tanto,
esta segunda facies es heterogénea en términos sincrónicos, actuando de modo
variable –depositando o erosionando– espacios que están casi exclusivamente
expuestos a la acción eólica durante las situaciones normales –cuando el canal
de los Témpanos no se encuentra obstruido–.
Por lo tanto, a partir de esta segmentación teórica podemos proponer que:
•la dinámica del fenómeno de endicamiento‐ruptura podría ser adecuadamente
explicada a partir de un modelo fluvio‐lacustre, es decir, un modelo
que integre ambas modalidades de forma consecutiva en el tiempo;
•la heterogeneidad diacrónica en términos de dinámica, energía y
duración observadas en las diferentes etapas del proceso de endicamiento
tiene implicaciones para discutir los efectos de este fenómeno sobre el
registro arqueológico del área, y
•la heterogeneidad sincrónica propuesta para la segunda facies estaría
señalando la existencia de condiciones de depositación variables en el
espacio afectado por las aguas durante el desagote.
Teniendo en cuenta las proposiciones anteriores, podemos volver ahora
sobre la segmentación analítica realizada y discutir teóricamente las facies en
términos de sus efectos sobre los conjuntos arqueológicos potencialmente comprendidos
en el área de influencia del fenómeno de endicamiento‐ruptura.
Expectativas arqueológicas
En este apartado planteamos las expectativas arqueológicas derivadas de la
segmentación teórica anterior. Para discutirlas, utilizamos la información aportada
por los estudios que caracterizan y discuten los procesos tafonómicos que
afectaron y afectan los conjuntos arqueológicos en el área (Borrazzo 2006a; García
et al. 1999). Las observaciones realizadas por los diferentes autores son evaluadas
a la luz de nuestra propuesta.
Morfología de los artefactos líticos
La energía involucrada durante la mayor parte del fenómeno es baja. Por lo
tanto, las modificaciones morfológicas –abrasión, impactos y redondeamientos
de las aristas y filos– de los artefactos líticos no deberían ser, en la mayoría de
los casos, de gran intensidad –aún cuando este fenómeno se haya repetido en
diferentes momentos del Holoceno–. Esta exposición al agua en un contexto
predominantemente de baja energía y por períodos muy breves, haría menos
probable la existencia de rastros en la morfología de los materiales líticos en
superficie que pudieran atribuirse a la acción acuática. Más aún, podemos espe‐