Untitled - Fundación de Historia Natural Félix de Azara

Explotación minera en Yocavil… | Geraldine A. Gluzman 489
bronce se le sumó aquellos de plata y de hierro. Paralelamente, surgieron nuevas
aleaciones –cobre‐zinc–, objetos de morfología tradicional pero con patrones
estilísticos europeos –como es el caso de ciertos discos– y la adopción de
diversos objetos de hierro de origen alóctono, como los cuchillos de hierro que
aparecen ampliamente representados en contextos funerarios y cuya tendencia
utilitaria no implica carencia de connotaciones simbólicas para la gente local.
Estos procesos no fueron lineales ni sencillos pero con el tiempo sus efectos simbólicos
y materiales fueron irreversibles.
El objetivo de este trabajo es abordar los conflictos ocurridos en el valle de
Yocavil –provincia de Catamarca y porción sur de los valles Calchaquíes en sentido
amplio– durante los siglos XVI y XVII, tomando como eje directriz los intereses
y representaciones diferenciales de la minería y metalurgia en el contexto
de la sociedad plural de la Gobernación del Tucumán, lo cual implica contemplar
el valle como zona de frontera dentro de un ámbito social mayor.
Minería y expansión española
La búsqueda de metales primero y posteriormente la explotación metalífera
fueron elementos primordiales en la fundamentación y el desarrollo de la conquista
española en América. El anhelo de enriquecimiento y acceso al poder
fueron asociados a los metales preciosos tanto para la gran mayoría de los conquistadores
como para la monarquía española que autorizaba sus expediciones
(Fisher 2000). No es casual que Cristóbal Colón en su diario de viaje correspondiente
a la primera expedición, refiriera el día 13 de octubre de 1492 que:
“Traían ovillos de algodón filado, y papagayos, y azagayas, y otras cositas que sería
tedio de escribir, y todo daban por cualquier cosa que se los diese. Y yo estaba atento
y trabajaba de saber si había oro, y vide que algunos traían un pedazuelo colgado en
un agujero que tienen a la nariz; y por señas pude entender que, yendo al sur, o volviendo
a la isla por el sur, que estaba allí un rey, que tenía grandes vasos de ello y
tenía muy mucho” (Colón 1964 [1492]:12)
Esta disposición hacia la búsqueda de metales preciosos más tarde se vio
acentuada en el área andina debido a la presencia no sólo de objetos metálicos y
de expertos artesanos metalurgistas sino también de abundante mano de obra.
Tras la segunda expedición de Pizarro, al dirigirse rumbo sur por la costa del
océano Pacífico hasta Tumbes, los conquistadores comprendieron la riqueza de
los recursos metalíferos y humanos que encontraban. Para ese reducido número
de europeos el sueño de riqueza en metales preciosos se iba haciendo realidad.
Desde entonces la fiebre del oro y la plata se instaló en forma definitiva, también
en América del Sur, lo cual generó un incremento en el movimiento de
recursos y gente desde Europa hacia América.
En lo que respecta a la región del NOA, resulta de interés indagar cómo estos
acontecimientos impactaron en el proceso de conquista y colonización del espa‐