Untitled - Fundación de Historia Natural Félix de Azara

La prevención de la trasmisión vertical… | María Guadalupe García 687
Después de la medición de la altura del útero, la obstétrica escucha los latidos
del bebé a través de un pinard –estetoscopio obstétrico–. Esta acción también
requiere cierta técnica y entrenamiento y su enseñanza y aprendizaje
revisten características similares a la medición de la altura del útero.
“La obstétrica tomó el pinard y escuchó los latidos del bebé. Le dijo al estudiante que
escuchara, pero éste no pudo oír nada, afirmando, para la preocupación de la mujer,
‘no escucho nada’. La profesional le explicó la técnica para oír y le dijo ‘sabés qué
pasa, yo tengo el oído entrenado ¿sabés los años que hace que hago esto, ya te va a
salir, mira bien, apoyas en la panza, acercas el oído y solta las manos, para escuchar
tenés que sacar las manos (muestra la técnica tres veces)’. El estudiante volvió a
intentar sin éxito, la mujer preguntó inquieta si estaba todo bien a lo que la obstétrica
dijo que sí. Luego se sentaron nuevamente en el escritorio” (Registro de campo,
27 de abril del 2005)
En la observación de este tipo de “ejercicios” de auscultación y medición es
en donde comenzamos a apreciar la fuerza del enfoque “obstétrico”, por el cual
la prioridad es el cuidado y la atención del embarazo y donde la mujer embarazada
se torna tan sólo en su portadora. Allí está el cuerpo de la mujer como
medio o instrumento, para cualificar y controlar el embarazo y para clasificarlo
como embarazo normal o de riesgo. Las preocupaciones y vivencias, las condiciones
y modos de vida, así como la situación familiar de las mujeres, sólo se
recuperan como posibles indicadores de desviación de la pauta prevista de
embarazo saludable.
(3) Las órdenes y la derivación: La consulta finaliza con la organización de los
siguientes pasos de la atención.
– Si la mujer se atendía anteriormente en otro lado y tiene los estudios prenatales
completos es derivada a un médico obstetra: si los resultados de los análisis
presentan indicadores que la obstétrica considera fuera de lo común o si la
mujer tiene antecedentes de hipertensión, diabetes, otro antecedente médico
significativo, o bien antecedentes obstétricos de patologías gestacionales o
más de dos cesáreas se la deriva al médico obstetra de “alto riesgo” que se
especialice en su problema particular. En caso contrario es derivada a un
médico obstetra denominado en la institución como de “bajo riesgo”.
– Si el único estudio que se había hecho la mujer es la ecografía además de derivarla
con un médico obstetra de acuerdo con sus antecedentes, la obstétrica le
prepara las órdenes para una batería de análisis a realizarse en el hospital:
hemograma y orina completos, VDRL, papanicolaou, colposcopía y VIH.
En suma, en la consulta de orientación, que dura aproximadamente de cuatro
a cinco minutos, se prioriza “cumplir” con los objetivos pautados institucionalmente:
dar entrada a la mujer al sistema de atención, asentar en el
formulario de la historia clínica todo lo relevado en el interrogatorio junto con
las mediciones efectuadas sobre el cuerpo y ordenar los pasos subsiguientes
aunque sin mencionar cómo se completa el circuito de la atención. Una vez
ingresada al sistema, a través de la consulta inicial, la mujer ha de permanecer