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Ley de educación nacional… | Lucía Petrelli 663
sociales con el mundo laboral o la intervención en los componentes de las calificaciones
profesionales. A continuación veremos cómo el documento que analizamos
plantea la vinculación entre educación y trabajo.
Sobre este último punto, nos interesa detenernos en la mención a una
supuesta profundización de la brecha entre ambos mundos (Ministerio de Educación,
Ciencia y Tecnología 2006). Este tipo de expresiones da cuenta de una concepción
que aparentemente está más preocupada en medir distancias que en
complejizar vínculos. No creemos que baste con postular que la brecha entre
educación y trabajo debe acortarse sino que se requiere reflexionar acerca del
tipo de relación que se pretende establecer. De hecho, la oposición que se establece
en el extracto citado entre un pasado reciente en el que educación y trabajo
habrían corrido por carriles diferentes, y un presente en el que se procura
volver a ligarlos, parece invitarnos a evitar cualquier intento de problematización.
Insistimos en esto: no creemos que tenga mayor significación reflexionar
sobre esta cuestión como si se tratara de ámbitos separados que se requiere, sin
más, volver a unir.
Aquello que mencionamos como pasado cercano deja entrever una relación
entre educación y trabajo conflictiva, en la que hay planteada una particular
forma de relacionar un ámbito con otro: unos pocos habrían podido acceder a
los circuitos más restringidos del sistema educativo, a la vez requeridos y valorados
para el ingreso en los laberintos del complejo mundo del trabajo.
Sobre el presente, el foco de interés está puesto en reducir la brecha y en
señalar que las cosas han cambiado. Sin embargo, exceptuando las menciones
que recuperamos más arriba acerca del proyecto de país que se pretende construir,
no se profundiza en ningún momento en una caracterización o descripción
del modelo económico que se impulsa en la propuesta rectora encargada
de regir las transformaciones que se enuncian. En este sentido, y refiriéndose
también al documento base, Imen ha señalado su carácter atemporal y ahistórico,
“con muy escasas referencias al pasado y a la propia Ley Federal. Girando
alrededor de unas presuntas líneas de acción, carece de diagnóstico y se registra
una ausencia de relevamiento de los problemas sustantivos de la educación
creados o profundizados tras más de una década de penurias de neoliberalismo
educativo” (2006:4).
El carácter aislado de las referencias al modelo de país y la falta de diagnósticos
concretos en el documento que tratamos, parecen dejar correr, por un lado
la cuestión de la educación y el trabajo y, por otro el proyecto que se pretende
para la nación. A continuación tomaremos algunas herramientas elaboradas
por Frigotto (1993) para analizar esta distancia que estamos señalando. Este
autor ha destacado que pueden identificarse tres tendencias bastante nítidas en
cuanto al análisis sobre los vínculos o relaciones entre escuela o proceso educativo
y sistema productivo. La primera de ellas refiere a la concepción del capital
humano 6 –de fines de la década del 50 e inicios de la de los 60– que establece un
vínculo directo entre educación y producción. De esta concepción lineal deriva
6. Se trata de las tesis de Rossi (1978), Galvan (1979) y Freitag (1978). Estos trabajos fueron objeto de crítica
de Salm (1980) (Cf. Frigotto 1993).