Untitled - Fundación de Historia Natural Félix de Azara

504 Entre Pasados y Presentes II
tegia movimientista” durante el gobierno de Isabel Martínez de Perón, realiza
una retirada estratégica como respuesta a la Triple A y a las fuerzas de policía
regulares, declarándole la guerra a un gobierno “ni popular ni peronista”. Así,
ingresa a la clandestinidad en septiembre de 1974 y se militariza. Pasa de ser
una “formación especial peronista” con trabajo de masas a un “ejército montonero”
que lleva a cabo una “guerra de desgaste” (Gillespie 1998:198‐226) 1 . Esta
etapa transcurrirá a través del golpe de Estado del 24 de marzo de 1976 hasta el
momento de la desaparición de los militantes.
Sin embargo, la ubicación temporal de esta militancia no es siempre marcada
explícitamente por el narrador a partir de la mención de fechas, acontecimientos
o grupos, sino que suele hacerse alusión a ella como “la última etapa” que
tiene características peculiares y recurrentes en los relatos. Por lo tanto, la “clandestinidad”
no siempre será una categoría social sino una categoría analítica de
nivel descriptivo –proveniente del universo de sentidos de la militancia– que
utilizo para analizar estas narrativas. Lo mismo vale para la categoría de militancia,
con la que me refiero a las prácticas políticas de los desaparecidos.
A continuación presento, entonces, los motivos recurrentes de estas tramas
narrativas. Esto implica no sólo reflexionar en torno a los puntos de vista explícitamente
expresados por los narradores sobre los secretos y la violencia sino
también la estructuración particular de determinadas categorías sociales, especialmente
aquella que vincula la clandestinidad con la desaparición, donde la
primera aparecerá como antecedente de la segunda.
Pasaje, vida secreta y paralela
Ciertos acontecimientos vinculados a la persecución del militante en esta
etapa son leídos por los familiares como “avisos” o anticipaciones del secuestro,
especialmente antes del 24 de marzo de 1976: amenazas, detenciones, seguimientos,
allanamientos, asesinatos de miembros del entorno, controles constantes
–vehiculares, de documentación, etc.–.
“En esa época vivía mi hermana todavía en casa y viene el ejército y allanó el departamento
nuestro, que revolvieron todo, buscaban libros, buscaban cosas, pero ahí no
se la llevaron” “ya estaban casados y vino el ejército y la buscó a mi hermana y se la
llevó” “Y estuvo como 3 o 4 días, que después la dejaron en cualquier parte y eso fue
digamos un aviso, ¿no” “en el ’75” “ya el seguimiento venía” (Alicia, arquitecta) 2
Entre los motivos narrativos principales se destaca el pasaje a una especie de
vida paralela del militante en relación a la familia, sostenida a partir de “secre‐
1. Esto no implica que el trabajo político de Montoneros se haya borrado totalmente de la escena pública.
No es la única organización que pasa a la clandestinidad, pero menciono a ésta en particular porque la
mayoría de los militantes a los que se hace referencia en estas narraciones pertenecían a dicha organización.
2. Los nombres de los narradores han sido cambiados por motivos de confidencialidad. Menciono el
vínculo de parentesco con el desaparecido, la ocupación y aclaro si tuvo actividad política en los ‘70.