Untitled - Fundación de Historia Natural Félix de Azara

682 Entre Pasados y Presentes II
a esta misma consulta con la certificación correspondiente del embarazo. En
este sentido, la ecografía es, según el personal de salud del centro obstétrico, la
única manera válida y certera de confirmación del embarazo y su desarrollo.
Casi la mitad de las mujeres (22) habían confirmado su embarazo mediante
una ecografía en un centro privado –excepto el caso de una mujer que se había
realizado el estudio en un lugar público– pero no habían realizado ninguna
consulta u otro tipo de estudios.
Ocho mujeres se habían atendido en otras instituciones –salitas, centros de
salud, clínicas por obras sociales, centros privados– pero por diversas situaciones
iban a tener el parto en el centro obstétrico, por lo que debían realizar su
entrada al sistema por medio de esta consulta.
En las consultas observadas sólo se prescribió la serología para VIH a aquellas
mujeres que aún no se habían realizado los estudios prenatales y habían
confirmado su embarazo por medio de una ecografía –segundo grupo– y a tres
mujeres sin controles ni certificación ecográfica del embarazo –en estos últimos
casos ‘la evidencia’ se mostraba por sí sola ya que eran embarazos de más de
cinco meses de gestación–.
En suma, se prescribió el test Elisa para VIH a 25 mujeres conjuntamente con
el hemograma completo, el análisis de orina, el papanicolaou y la colposcopía.
No obstante, tan sólo en tres de estos casos se informó a las mujeres que se les iba a realizar
el test y en las tres oportunidades se les solicitó que firmaran en el reverso
de la orden. En los 22 casos restantes no se avisó a las mujeres la medida diagnóstica
que se estaba solicitando y en dos de estos casos se les pidió que firmaran sin informarles
para qué era la firma y sin que las mujeres preguntaran.
En un primer análisis de estos datos, podría sostenerse que la prescripción
del test de detección de anticuerpos para VIH es parte de la rutina de los controles
prenatales. Algunos de los entrevistados han señalado esta rutinización de
la prescripción del test para demostrar la eficacia del servicio
“(…) ahora se le pide sin más (el test para VIH), directamente, ahora la paciente
viene se le abre la historia clínica y se le pide HIV (…) como le pedís un hemograma,
una glucemia, una urea, le pedís un HIV (…)” (Jefe de unidad de internación)
“(...) lo que está claro es que en este hospital te diría casi el 99,99% tiene HIV (...)
por nuestro lado está sistematizado que a todas se lo ofrecemos, como pedir una ecografía
todo el mundo la tiene (...)” (Médico obstetra de “alto riesgo”)
Sin embargo, esta incorporación del test a la rutina no está libre de cuestionamiento.
Así, por ejemplo, dos trabajadoras sociales se expresaron críticamente
acerca de este modo de prescribir el test.
“…no hacen pretest (…) nadie lo aclara en esa orden, digamos de rutina, porque lo
están transformando en una rutina este análisis (…) la idea sería poder hacer un
pretest. Por ahora no es algo que se quiera tomar la decisión de hacerlo (…) cuando
vienen al consultorio les pregunto si a la hora de pedírselos les dijeron que no era