Untitled - Fundación de Historia Natural Félix de Azara

190 Entre Pasados y Presentes II
Cuadro 1. Síntesis de las características de los distintos tipos de fracturas que puede
sufrir el cuerpo de los artefactos líticos
End shock: presenta sección transversal y una superficie relativamente recta. Es un tipo de fractura curvada que se produce
únicamente durante la manufactura por aplicación excesiva de fuerza (Crabtree 1972; Lintz y Dockal 2002).
Fractura transversa simple: fractura de sección transversal con una superficie plana que no presenta ningún rasgo distintivo.
Tampoco presenta evidencia del punto de iniciación y puede ocurrir durante la manufactura o el uso (Lintz y Dockal
2002).
Fractura por enmangue: es una fractura transversa a lo largo del pedúnculo en puntas de proyectil y es resultado del uso
(Johnson 1979).
Reflexiones sobre una experiencia
Hasta aquí se resumieron las descripciones recolectadas en la revisión bibliográfica,
que son básicamente las de aquellas fracturas que implican la fragmentación
del cuerpo de un artefacto. El problema se presentó cuando a partir de
estas descripciones y algunas fotos que las acompañaban, se abordó la observación
del material arqueológico. En general, resultaba muy difícil reconocer las
características mencionadas para cada una, especialmente teniendo en cuenta
que las descripciones se realizaron para materiales en obsidiana y que el registro
en estudio se compone mayoritariamente de ortocuarcitas.
Por estas razones se decidió empezar a desarrollar un plan experimental
sobre ortocuarcitas del grupo Sierras Bayas que permitiera observar las relaciones
causa‐efecto entre distintos agentes y procesos y las fracturas originadas
por cada uno, generando a su vez una colección experimental de referencia para
la observación de los artefactos arqueológicos. Además la experimentación permitió
el control de distintas variables, aislar las que resultaban relevantes para
el análisis y evaluar cuáles son los rasgos distintivos específicos para cada tipo
de fractura.
Hasta el momento se realizó una experiencia de fractura intencional que
implicó la talla de artefactos de cuarcita desde la reducción de núcleos hasta su
formatización final y su fragmentación aplicando golpes intencionales sobre las
caras de las piezas, apoyadas sobre distintos sustratos –duros y blandos– y con
percutores de distinta dureza (Weitzel y Colombo 2006). Esta experiencia ya fue
descripta en detalle, por lo tanto en esta ocasión se quieren destacar, en relación
al desarrollo de la misma y al análisis de los materiales experimentales, ciertas
dificultades que se presentan al momento de abordar macroscópicamente el
material arqueológico, en especial los problemas de equifinalidad, es decir,
cuando un mismo resultado puede responder a distintas causas.
Cuando consideramos las fracturas tipo snap, la presencia de una iniciación
cónica en alguna de las caras de la pieza es un indicador bastante seguro de
fractura intencional (Deller y Ellis 2001). Sin embargo, es posible que este rasgo
no se presente –si el golpe no fue demasiado fuerte o si se usó un percutor de
hueso o asta–, dando lugar a que se confunda con otras fracturas de sección
transversal como la transversa simple o la fractura curvada.