Untitled - Fundación de Historia Natural Félix de Azara

290 Entre Pasados y Presentes II
pretación, “Aguada de Ambato” inaugura el Período de Integración Regional
para la región sur del NOA, –en torno al siglo VI de nuestra era– al cual las
zonas aledañas se habrían incorporado cuando en el interior del valle esta
estructura social ya se había consolidado (Heredia 1998 [1976]; Laguens y
Bonnin 1996; Pérez Gollán y Heredia 1987; Pérez Gollán 1991, 1994).
El valle de Ambato constituye la porción septentrional del valle de Catamarca,
y está formado por el cordón montañoso de Ambato o Manchao, al oeste
y por la sierra de la Graciana hacia el este. Lo recorre el río de los Puestos, y biogeográficamente,
corresponde a la provincia Chaqueña, distrito occidental
(Assandri et al. 1991). Su posición estratégica para el acceso a diversos recursos
(limita al este, con las yungas y hacia el noroeste, con la prepuna y el monte) ha
sido interpretada como un aspecto favorable para al asentamiento de grupos
humanos y en la creación de importantes redes de intercambio (Pérez Gollán
1991, 1994).
Con el hallazgo de lo que se interpretó como un centro ceremonial público
(sitio La Rinconada o Iglesia de los Indios), debido a su arquitectura y dimensiones,
se argumentó el inicio del ceremonialismo a gran escala (a diferencia de
los espacios de rituales domésticos anteriores), junto con el establecimiento de
jerarquías basadas en el control del culto y en el manejo de excedentes agrícolas
(Pérez Gollán 1991). El surgimiento de amplios sistemas de terrazas de cultivo
ha permitido pensar en una disminución de la producción de alimentos a
pequeña escala o, al menos, en una resignificación de la misma (Laguens 2004).
En la actualidad, el Proyecto Arqueológico Ambato persigue el objetivo
general de caracterizar las convergencias que llevaron a la consolidación de este
espacio desigual, desde una perspectiva que considera a la desigualdad social
como conformada por una multidimensionalidad de elementos (personas y
cosas) y que se define por el acceso diferencial a los recursos, en su acumulación,
diversidad y variedad (Laguens 2004; McGuire 1983). Se considera que,
dentro de un espacio socialmente estructurado, personas y cosas interactúan
entre sí y definen de manera continua sus posiciones y roles: las relaciones
desiguales son construcciones históricas que, en el corto o en el largo plazo,
pueden modificarse en función de cambios en los parámetros comparativos
(propios de cada grupo) que permiten que las diferencias se transformen en
desigualdades (Laguens 2006; Wason 2000 [1993]).
El estado de conocimiento de la arqueología de Aguada de Ambato nos permite
caracterizar a esta sociedad como internamente diferenciada (Laguens y
Bonnin 2005): la organización socioespacial denota jerarquías en el uso del
espacio, en las técnicas constructivas y en la inversión de trabajo necesaria para
ellas (Assandri 1999; Barale 2005) así como en la obtención de los recursos forestales
para la construcción (Marconetto 2005); también se evidencia una especialización
y estandarización artesanal vinculada a la producción de la cerámica
(Fabra 2002; Laguens y Juez 2001). El cambio social que se habría producido a
partir del siglo VI de nuestra era, en el que se desarrollaría un proceso de construcción
de desigualdades sociales, se caracteriza, entonces, por una intensificación
en la economía y acumulación excedentaria, un crecimiento poblacional y