Untitled - Fundación de Historia Natural Félix de Azara

180 Entre Pasados y Presentes II
6‐I se constata que en los primeros 20 metros no se observan anomalías de ningún
tipo, solamente en la parte superior el paquete de sedimentos eólicos y por
debajo los sedimentos de origen terciario característicos de toda la región.
En la figura 6‐II se puede apreciar que a partir de los 25 m, se observa que
hay una gran diversidad de pequeñas reflexiones –círculos blancos– hasta los 35
m. Esta zona coincide con el inicio de la presencia de materiales líticos en superficie
en la zona inmediatamente al sur de la cuadrícula B (ver Figura 2). Entre
los materiales líticos se encuentran grandes núcleos de riolita, los que pueden
ser fuente de estas anomalías y reflexiones.
En la figura 6‐III se puede observar que entre los 41 y 44 m hay una anomalía
importante que interpretamos como una fosa o pozo. Por último entre los 47 y
59 m hay otra nueva anomalía que puede estar indicando la presencia de una
lente de valvas o una concentración de materiales culturales. Todas estas interpretaciones
deben ser tomadas como hipótesis, las mismas serán evaluadas con
pruebas de pala y/o de barreno en la próxima temporada de trabajos de campo.
En RC1 el análisis de los datos permitió detectar claramente la interfase entre
el sedimento coluvial que suprayace al conchero y las arenas de playa subyacentes
al mismo. Por encima de esta reflexión en algunos sectores se pueden
observar zonas con reflexiones marcadas, que se interpretaron como lentes de
valvas (Figura 3B). La lente de valvas es detectada mejor en las zonas en que la
misma es más densa y tiene unos 0,35 a 0,40 m de espesor y es menos visible en
el resto de los sectores (Figura 3B).
A partir de los perfiles del radar, se puede observar y calcular las dimensiones
potenciales del conchero, que resultan mayores a lo esperado; el mismo se
extiende desde el corte visible en el camino en dirección oeste por lo menos 3
metros, y es posible que exista una concentración importante hacia la esquina
suroeste, por fuera de la grilla de prospección. La superposición sobre la paleoplaya
es claramente visible, en tanto no se identificaron otras estructuras internas
en el conchero.
Conclusiones
1. En el sitio Río Chico 1 los resultados fueron mejores no solo porque las condiciones
medioambientales eran las más adecuadas, sino que tener un perfil
del sitio expuesto facilitó en gran medida la interpretación de las transectas
de radar. Las excavaciones realizadas 10 meses después, siguiendo las hipótesis
generadas por el GPR, confirmaron la presencia y extensión del conchero.
2. Deben realizarse nuevos “sondeos” con GPR en La Arcillosa 2, con mejores
condiciones medioambientales, cuando las mismas sean óptimas, para
poder confirmar o desechar estas primeras observaciones. Este primer conjunto
de “malas reflexiones” de radar, debe servirnos para aprender y comprender
qué pasó y por qué falló el método, y deben ser el nuevo punto de
partida de nuevos interrogantes.