Untitled - Fundación de Historia Natural Félix de Azara

Territorio y visión territorial femenina… | Mariana Gómez 561
mujeres identificaran. Así, a lo largo de dos años acompañamos al monte a
varias mujeres, y se elaboraron mapas de los sitios de uso actual –sitios de recolección
de chaguar, algarroba y otros frutos, sitios de extracción de cortezas y
plantas tintóreas– y sitios históricos –con especial valor simbólico. Además,
también se mapearon los recorridos de distintos grupos de mujeres pertenecientes
a diferentes familias extensas. El análisis desarrollado para la licenciatura
recoge esta experiencia, y la lleva a un plano de reflexión
teórica‐metodológica sobre el uso y la visión de las toba sobre el territorio.
Construyendo una metodología de trabajo e investigación
Los mapeos se realizaron con el uso de un GPS 5 . Luego los puntos tomados
se volcaban en una foto satelital de la zona, y se leían y analizaban con dos programas:
Ozzy Explorer y GIS. Estos programas nos permitían realizar una lectura
de los puntos, ver los recorridos de cada grupo de mujeres, medir
distancias recorridas y áreas utilizadas, y finalmente, transformar toda esta
información en datos útiles para una sistematización. Simultáneamente, en
todas las salidas al monte se realizaron registros in situ y transcripciones posteriores,
se relevaron los topónimos de varios lugares visitados o frecuentados
por las mujeres, los nombres nativos de diferentes especies de plantas y árboles
y, en varias ocasiones, las utilidades concedidas.
Al cabo de unos meses de comenzar el mapeo de los sitios utilizados por
varios grupos de mujeres de una de las comunidades –Vaca Perdida– notamos
que las mujeres de distintas familias extensas utilizaban diferentes porciones o
áreas del monte que rodeaba a la comunidad, no superponiéndose los recorridos
de un grupo con otro. De alguna forma, los primeros datos evidenciaban
una aparente “parcelización” en la utilización del espacio, vinculada a la apropiación
espacial que practicaban distintas familias. Aproximadamente un año
después comenzamos a acompañar al monte a un grupo extenso de mujeres de
otra comunidad –La Rinconada–. Este grupo, que abarcaba cuatro generaciones
de mujeres pertenecientes a una misma familia extensa, realizaba recorridos por
un área muy amplia dentro de los límites del actual territorio –área de aproximadamente
14 km 2 –, y mostraban un profundo conocimiento de sitios actuales
y pasados, y de lugares con recursos importantes para la economía doméstica.
Estos datos nos llevaron a proponer para este caso, un patrón más global y no
parcelizado en el uso del espacio.
Algo era evidente: las mujeres de Vaca Perdida y las mujeres del Mistolar se
“involucraban” de formas muy distintas con el monte –biaq– y sus lugares.
Teniendo estas evidencias al alcance, la investigación apuntó a dar cuenta, en
primer lugar, acerca de los factores que estaban operando en la configuración
de estos dos patrones de uso del territorio, patrones que posteriormente denominamos
“modelos territoriales”. Las diferencias entre estos dos modelos esta‐
5. Sistema de Posición Geográfica.