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Descargar libro Manantiales de Andalucía - Conoce tus Fuentes

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En la página anterior, «equipo» humano <strong>de</strong>l ProyectoHidrogeológico <strong>de</strong>l Guadalquivir (oficina <strong>de</strong> Granada),con el director <strong>de</strong>l mismo, Quang Trac, segundo porla <strong>de</strong>recha <strong>de</strong> pie, 1968. [G. PERANDRÉS]Arriba, primitiva ficha <strong>de</strong> inventario (1968) <strong>de</strong>l manantial<strong>de</strong> Benamahoma (Cádiz). [IGME]Vehículo <strong>de</strong>l Proyecto Hidrogeológico <strong>de</strong>l Guadalquivir(FAO-IGME) por tierras <strong>de</strong> Orce (Granada), 1968. [G. PERANDRÉS]hacía imposible el aforo –también por falta<strong>de</strong> tiempo o por otras cuestiones– y habíaque recurrir al método <strong>de</strong> la «pajita», consistenteen calcular la velocidad <strong>de</strong>l agua através <strong>de</strong> un objeto improvisado al efectoque flotara en el líquido elemento.Con los años y la experiencia que da elcampo, ese método <strong>de</strong> urgencia se convirtióen una estimación muy fina. Y qué <strong>de</strong>cir<strong>de</strong>l aforo por el método <strong>de</strong>l «ojímetro»: «porahí van 160 litros por segundo», me pareceestarles oyendo con absoluta seguridad.Cuando se hacía el aforo como Dios manda,se comprobaba que aquella apreciación se<strong>de</strong>sviaba relativamente poco. Eso daba lugara apuestas, y con ese aliciente se afinaba aúnmás. Claro, estamos hablando <strong>de</strong> personasmuy habituadas, verda<strong>de</strong>ros expertos enmedir el caudal <strong>de</strong> las aguas.Pero también eran expertos en otrasmuchas facetas, y especialmente en el tratocon las personas <strong>de</strong> campo, en hacerse amigos<strong>de</strong> las gentes que pululaban en sus quehaceresdiarios cerca <strong>de</strong> las fuentes. Era untrato espontáneo, que surgía <strong>de</strong> la necesidad<strong>de</strong> echar un cigarro y un rato <strong>de</strong> charla sobreel tiempo y las aguas. El paisano preguntabasiempre por la calidad para la bebiday por el camino seguido por las aguas,y el técnico por el uso, las oscilaciones <strong>de</strong> nively <strong>de</strong>más aspectos que consi<strong>de</strong>raba <strong>de</strong> interéspara rellenar a<strong>de</strong>cuadamente las fichas.Era a<strong>de</strong>más un comportamiento instintivo<strong>de</strong> protección, a sabiendas <strong>de</strong> que frecuentaríaese solitario pago otras veces, y a lopeor necesitaba algún día pedir ayuda paracualquier imprevisto que se presentara. Esosvínculos <strong>de</strong> amistad, acristalados en periódicosdías <strong>de</strong> soledad, se hicieron muy fuertesen algunas ocasiones, y aún perduran,cuarenta años <strong>de</strong>spués…A ese respecto, ni que <strong>de</strong>cir tiene queaquellos pioneros en el control <strong>de</strong> nacimientosvivieron situaciones y anécdotas <strong>de</strong> lo mássustancioso. Fueron varias las ocasiones en lasque la «pareja» les hizo salir <strong>de</strong>l agua para pedirlespapeles y explicaciones por estar «pescando»con tanto <strong>de</strong>scaro y extrañas artes a lavista <strong>de</strong> todo el mundo. Otras veces quedaronaislados en el campo por acci<strong>de</strong>ntes o catástrofesnaturales, como la que le acaeció alequipo <strong>de</strong>l Almanzora (Almería) en aquellafatídica riada <strong>de</strong>l 18 <strong>de</strong> octubre <strong>de</strong> 1973, que<strong>de</strong>jó 800 muertes en el Sureste español.En la realización <strong>de</strong> este <strong>libro</strong> se tuvo lafortuna y el honor <strong>de</strong> contar con la experienciay sabiduría <strong>de</strong> estos hombres, <strong>de</strong>ltodo imprescindibles para guiarnos y darnossustanciosa información, <strong>de</strong> ésa que no apareceen informes ni <strong>libro</strong>s, sobre todo <strong>de</strong> losmanantiales más pequeños o escondidos <strong>de</strong>nuestra geografía. De este modo, en Granada,Córdoba y Jaén fuimos guiados porGabriel Perandrés; en Málaga por FranciscoCatalán; en Almería por Pepe Frías y DeograciasGómez; y en Sevilla, Cádiz y Huelvapor las personas que cogieron el relevo <strong>de</strong>Diego Martín y Rafael Anglada.Este <strong>libro</strong> ha sido una buena oportunidadpara echar la vista atrás, y reconocerque, posiblemente, su labor no haya sidosuficientemente tenida en cuenta. Hoy díavivimos con angustia cómo nuestros recursos,fuentes y manantiales se van agotandopoco a poco, al tiempo que también<strong>de</strong>saparece un oficio tan necesario, <strong>de</strong>l queAndalucía, más que nunca, tiene importantescarencias <strong>de</strong> personal.PIONEROS DEL INVENTARIO Y CONTROL DE MANANTIALES EN ANDALUCÍA 59

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