Relaciones internacionales.indb - HOMINES

PRIMERA LECCIÓN 1982
de imaginación para disfrutar de los goces del espíritu y del intelecto en la
creación y en el descubrimiento.
De ahí que el tono general de la vida moderna sea morboso y pedestre
y que se propaguen la criminalidad, la delincuencia juvenil, la grosería
en el trato, la irresponsabilidad en la política, la competencia rampante y
sin escrúpulos en el orden económico. Se diluye la responsabilidad en los
asuntos públicos hasta perderse. Se producen espectáculos vergonzosos
como el de Watergate en los Estados Unidos, del cual dijo la Comisión
de las Humanidades “... millones se preguntaban cómo fue posible que
hombres que se suponía educados en nuestro gobierno pudieran demostrar
tan poca estima por los requisitos de la virtud cívica”.
Sin embargo, cabe señalar que las invectivas contra los tiempos no
son nada nuevo: hace cosa de más de medio siglo (1921) el profesor James
Harvey Robinson publicó un libro, que llamó modestamente ensayo,
titulado The Mind in the Making que tuvo entonces gran difusión en las
universidades. De él extractamos el siguiente párrafo:
Cuando contemplamos el espantoso desbarajuste de los asuntos humanos
que prevalece en la mayoría de los países civilizados, incluso el nuestro,
aún las mejores mentalidades quedan perplejas y vacilantes en sus esfuerzos
por entender la situación. El mundo parece pedir una regeneración
moral y económica que es peligroso posponer, aunque aún imposible de
imaginar, no digamos de dirigir.
¡Hace más de medio siglo, repetimos, y tal parece que estuviera aludiendo
a nuestro tiempo!
Pero hay más: en el año 1918, poco antes del libro del profesor Robinson,
el alemán Oswald Spengler escribe una obra monumental titulada La
Decadencia de Occidente, que la Revista de Occidente (dirigida entonces
por Ortega y Gasset) traduce y publica en español y que algunos años después
llega a Puerto Rico. Spengler sostiene que nuestra civilización toca a su
fin. Las culturas, según él, pasan por cuatro estaciones: primavera, verano,
otoño e invierno. La Cultura Occidental está ya en pleno y crudo invierno,
e irremesiblemente desaparecerá en ruinas. Este ominoso presagio estaba
montado sobre un enorme e impresionante andamiaje de erudición. Spengler
sostenía que una vez se entendiera su conjunto de ideas, no podía ser
refutado. El libro produjo una tremenda sensación. Hubo quienes lo atacaron
sosteniendo que estaba plagado de exageraciones presentadas con “una
certidumbre dogmática”. No obstante, si atendemos a lo que ha pasado y
está pasando actualmente en nuestro mundo desde comienzos del siglo —la
primera y la segunda guerra mundial, Hitler y Mussolini, el advenimiento del
comunismo en Rusia, la guerra fría, la lucha en Vietnam, la caída y división
de Alemania, las guerrillas en Centroamérica, Cuba, la bomba atómica, la
desorganización de las grandes ciudades, la inflación y depresión, Polonia,
etc.— no nos sentiremos tan dispuestos a despachar a Spengler como un
154
Vol. XX, Núm. x - xxxxx de 2005 • HOMINES •