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ZAIBETTE MALDONADO MUÑOZ
EVENTOS
El 18 de septiembre de 1989, el Huracán Hugo pasó por las islas de
Vieques y Culebra y sobre el noreste de Puerto Rico. El ojo del huracán
permaneció sobre el agua. Los vientos sostenidos llegaron a un máximo
de 123 km/hr (77 mph) con ráfagas de 147 km/hr (92 mph) y una presión
marítima mínima de 957 mb (NOAA 1990). Treinta mil personas quedaron
sin hogar y el daño en la propiedad excedió el billón de dólares. El huracán
Hugo infligió severamente la vivienda en Loíza, particularmente en las
Medianías y Piñones, comunidades con alta densidad poblacional. Más de
4,300 viviendas se afectaron debido a la fragilidad de las estructuras (Irizarry
1991). Si asumimos que en cada hogar vivían aproximadamente cuatro
personas, podemos estimar que cerca de 17,200 loiceños, de una población
de 23,792 habitantes, sufrieron el impacto directo del huracán sobre su
albergue (Departamento del Trabajo y Recursos Humanos 1990).
Siete años después, entre el 9 y 10 de septiembre de 1996, el Huracán
Hortensia cubrió la zona noreste de Puerto Rico con 24 pulgadas de lluvia
acumulada cerca de la desembocadura del Río Grande de Loíza. Estas
lluvias copiosas causaron numerosos deslizamientos de terreno e inundaciones
que resultaron en la pérdida de 18 vidas, 3 personas perdidas y
pérdidas económicas millonarias en daños a la propiedad (Bennet 1996).
Gran parte de la zona noreste fue declarada zona de desastre. El huracán
Hortensia fue devastador principalmente para los residentes de Miñi-Miñi.
Muchas familias, como la de Doña Ángela, vieron sus casas inundarse con
4 a 5 pies de agua y lodo. Doña Angela recuerda que:
La experiencia con Hortensia fue verdaderamente mala. Nunca imaginamos
que el agua llegaría hasta las ventanas, cuatro y cinco pies de alto.
Mi esposo trabaja en la construcción y hizo esta casa grande y fuerte,
con bloques de cemento, pero el agua como quiera entró a la casa. Nos
rescataron unos vecinos y nos tuvimos que quedar en su casa por varios
días. Otros fueron rescatados con botes y otros con un tractor que encontraron.
Tan pronto pudimos volvimos a la casa. Yo sé que aquí no
estamos seguros pero nos quedaremos porque aquí yo nací y crecí. Toda
mi vida está aquí.
Dos años más tarde, el 22 de septiembre de 1998, el huracán Georges
azotó la Isla. Georges fue una de las tormentas más fuertes que ha azotado
a Puerto Rico en décadas. Georges cruzó la Isla de este a oeste con
vientos huracanados de 110 mph. Como en situaciones previas, los ríos
se desbordaron, los árboles cayeron sobre el pavimento y cuatro millones
de personas quedaron sin energía eléctrica. Georges no sólo cobró la vida
de tres personas sino que destruyó aproximadamente 30,000 viviendas e
hizo daño a más de 60,000 de acuerdo a los estimados del Departamento
de la Vivienda. El estimado oficial en pérdidas a la propiedad fue de
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