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LOS VALORES Y LAS COSTUMBRES MORALES, Y SU INFLUENCIA...
la ley, ahora está de parte del individuo reflexionar sobre sus acciones.
Este comportamiento se observa en medio de zonas residenciales, la dama
o el caballero en medio de la congestión vehicular que en su desespero
por adelantar mantienen la bocina de su auto pegada por varios minutos
perturbando la paz y aumentando la contaminación de ruidos. Si alguien
les llama la atención, los improperios, palabras y gestos obscenos frente a
niños y demás personas que están en su propio auto y en la calle son un
derroche y un ejemplo deplorable de una socialización que eventualmente
perpetúa el mismo comportamiento y razonamiento.
Una sociedad civil próspera y robusta solamente puede ser influenciada
indirectamente a través de acciones políticas, pero directamente a través
de los valores, las costumbres y una alta ética de sus ciudadanos; o sea su
recurso humano.
Según el Doctor Michael Porter (1990), en su libro The Competitive
Advantage of the Nations, los países son parte de una comunidad global
que compiten por mercados y recursos limitados donde el requisito primordial
necesario para poder competir efectivamente globalmente como pueblo
está cimentado en la maximización de todos los recursos disponibles,
especialmente el recurso humano. Por lo tanto, cuando los recursos son
mal utilizados todos perdemos. Otros ejemplos que podemos citar como
adversos a la productividad de un pueblo son la pasividad, el ausentismo
y tardanzas en los trabajos, el uso de substancias controladas, el chiste, la
jaibería, la broma continua en los trabajos, la apropiación ilegal, el deterioro
de las escuelas, el consumerismo descontrolado y la lujuria.
Basado en lo expuesto, ¿qué significa ser más productivo y qué tienen
que ver los valores y costumbres morales con esto Primero, al ser más
productivos reducimos los desperdicios y aumentamos nuestros recursos, lo
que no es un principio relacionado exclusivamente con el sector industrial
de nuestro país. Segundo, la productividad va más allá del medio ambiente
de trabajo y la ligamos con nuestro modo de vida. La vemos como el mejoramiento
de todos los procesos diarios y no como algo separado, aislado
o limitado a lo que hacemos durante las horas de trabajo únicamente. De
acuerdo con Dr. Michael Poner (1990), al aumentar nuestra productividad
individual mejoramos nuestro nivel de vida y nuestra ventaja competitiva
como pueblo en los mercados locales y mundiales.
Aunque por lo general hablamos de un día muy productivo y en otras
ocasiones de un día muy poco productivo, nosotros como individuos raramente
reflexionamos sobre la productividad individual del día y nuestra
relación con la comunidad en general. Comúnmente estamos preocupados
con el diario vivir y no vemos que a lo mejor ese problema que usted observa
o tiene en un momento dado se puede eliminar o mejorar simplemente
siendo más consciente de nuestra productividad como individuos y que esto
a su vez forma parte un colectivo que se llama pueblo puertorriqueño.
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Vol. XX, Núm. x - xxxxx de 2005 • HOMINES •