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BALTAZARA COLÓN DE ZALDUONDO
y la prosperidad, sus ideas opacaron las de von Hayek y se convirtieron en
la fuerza intelectual dominante, a medida que las democracias sociales de
Europa tomaron auge y la Unión Soviética y otras economías planificadas
mostraron avances significativos en su industrialización.
Especialmente en las décadas de 1950 y 1960, la política económica
de los Estados Unidos y de muchas otras naciones occidentales fueron
dominadas por la fórmula “keynesiana” como remedio contra la desaceleración
y el desempleo, la cual consiste en medidas discrecionales de
impuestos e inyecciones significativas de gasto público. Keynes refuta la
idea, generalizada en ese momento, de que el desempleo sea un fenómeno
de corto plazo y que, a largo plazo, las fuerzas del mercado lo corregían
con ajustes hacia abajo en precios y salarios. El desempleo, según Keynes,
se ataca estimulando la demanda agregada, lo que a la vez genera un aumento
en el nivel de precios, reduciendo los salarios reales (no los salarios
monetarios como indicaba el análisis clásico), restaurando así los niveles
de empleo e ingreso.
Son muchos los economistas prominentes que aportaron al desarrollo
de los aspectos teóricos del llamado “modelo keynesiano” (que enfatiza
las medidas fiscales para estimular la demanda) y del “modelo clásico”
(con énfasis en los aspectos monetarios para lograr la estabilidad), creando
puntos de convergencia en el análisis.
En la década de 1970, se destaca el análisis de los aspectos monetarios
como respuesta a la incapacidad fiscal para frenar la inflación. Algunos
teóricos señalan que debe ser en el crecimiento de largo plazo (no en la
estabilización económica de corto plazo) donde debe estar el énfasis de la
política macroeconómica. La dificultad para controlar la alta inflación y el
alto desempleo en esa década produce un cisma en las teorías macroeconómicas
y pudiera decirse que surgen varias escuelas de pensamiento. Surge
la llamada nueva escuela clásica y la escuela de la oferta en los 1980 (con
énfasis en incentivos y reducciones en impuestos).
Con el colapso del comunismo en Europa Oriental, los argumentos
de Hayek se convirtieron en lugares comunes, y su pensamiento filosófico
fue reivindicado. El movimiento reformista en las economías dirigidas y
en las economías de mercado, que tenían una participación gubernamental
significativa, empieza a manifestarse en la privatización de las empresas
gubernamentales y en la liberalización de los precios, con resultados generalmente
positivos. Hayek murió en 1992, teniendo la satisfacción de recibir
reconocimiento por sus ideas y ver lo que ocurrió en Europa Oriental
y en la antigua Unión Soviética.
Presento este resumen de eventos, con la fe de no pecar de pretenciosa,
por ser necesario para colocar en justa perspectiva el plantamiento que hace
el Licenciado Fonalledas sobre la necesidad de privatizar. Con dicho planteamiento,
él resume la dramática realidad de un proceso de redefinición de las
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