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IMPORTANCIA DEL DEBATE COMO HERRAMIENTA EDUCATIVA
para tomar decisiones. Éstas no pueden dejar de tomarse y, si nuestra
convicción es que existe mucho que decir desde todos los puntos de vista,
esto no nos absuelve de la necesidad de actuar vigorosa y efectivamente a
fin de señalar que las cosas más verdaderas y sabias se pueden articular.
Si estamos conduciendo un vehículo en un campo abierto y se visualiza
un obstáculo delante de nosotros, podemos evitarlo dirigiéndonos a la
derecha o a la izquierda. Los argumentos para tomar cualquier dirección
pueden tener el mismo peso; sin embargo tenemos que decidir honestamente
optar por un lado u otro, sin permitir que las apropiadas razones de
haber tomado un camino no nos afecten en nuestras decisiones. Estamos
satisfechos: sabemos que existen muchas razones para tomar cualquiera
de las rutas, pero seguimos conduciendo en forma recta y probablemente
nos accidentemos.
El camino a la sabiduría implica actuar de una manera efectiva y
comprometida en apoyo del punto de vista que nos parezca el mejor.
Comprender que se puede argumentar a favor del lado contrario, debiera
volvernos más tolerantes con respecto a aquellas opiniones. Esto también
nos predispone a cambiar nuestro curso de acción, debido a la nueva evidencia.
La efectividad de las acciones que en esa dirección hemos tomado,
no se altera, pues hemos escogido en forma tranquila y con una visión
clara.
Puesto que el debate es una actividad que está basada en determinar
si un curso de acción determinado tiene sentido lógico, el debatiente
deberá aprender que muchas veces se tomará una decisión basado en lo
que es aparentemente mejor en ese momento específico. Aunque no sea
deseable pensar de manera ambigua, el debatiente llega a la conclusión de
que existen muchas situaciones prácticas, en las cuales uno se encuentra
limitado por una dicotomía de pensamiento. Puede que el debatiente sea
muy tolerante, pero se ve obligado a tomar una decisión.
V. CONTROL DE EMOCIONES
Un quinto valor a favor del debate es que éste enseña el control emocional. El
debatiente aprende rápidamente que la mayoría de los jueces expertos escuchan
de una manera crítica los argumentos y las presentaciones altamente
emocionales. De esta forma el debatiente advierte que los argumentos
presentados en forma lógica y pausada, pero vigorosa y sinceramente son
escuchados con mayor interés. Así, el enfoque demagógico es abandonado.
De igual forma, el debatiente asimila que enfadarse con su oponente
lo coloca en una posición de desventaja. No solamente entorpece su pensamiento,
produciendo un debate irracional; sino que también indica que
las creencias de uno empiezan a ser amenazadas por los argumentos del
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Vol. XX, Núm. x - xxxxx de 2005 • HOMINES •