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EL CUERPO PERMEABLE...
que esconde la verdadera naturaleza de los personajes. Como ya se sabe,
Sirena refiere al mito del canto de las sirenas que por su fuerza seductora
lleva a las naves al naufragio; por otra parte, Selena, que es la palabra
latina que significa “luna”, sugiere el carácter extravagante del personaje.
El nombre Martha Divine, por su parte, es una alusión no sólo al ser una
“diva” (diosa) sino también a la “divina comedia” que implica la puesta
en escena diaria del travesti.
El travesti funciona como metáfora para expresar la realidad contradictoria
del Estado Libre Asociado (ELA), el status político de la isla desde
hace más de medio siglo. El cuerpo del travesti se presta muy bien para
simbolizar el ELA. 5 En efecto, ambos —travesti y ELA— resultan ser
‘construcciones’ ambiguas y conflictivas. El travesti presenta un cruce
de géneros que impide fijarse en una identidad específica, es decir ser lo
uno o lo otro, o bien, todo lo contrario, ser ambas cosas a las vez. 6 El
travesti, como afirma Marjorie Garber (1992), adopta voluntariamente
otra identidad y otro género de los cuales destaca su aspecto artificial,
construido; así, subraya al exceso los rasgos del género que imita. 7 En la
5
Según Martínez-San Miguel (1997:129), la representación de la ‘nación’ por
medio de una metáfora corporal es una constante en la literatura puertorriqueña
desde el siglo XIX.
6
La representación de la nación como un cuerpo genéricamente híbrido hace
pensar en la foto que encabeza el ensayo de Carlos Pabón titulado: “De Albizu
a Madonna. Para armar y desarmar la nacionalidad” (publicado en bordes,
núm. 1, 1995); esta foto muestra la cabeza del líder independentista Pedro
Albizu Campos con el cuerpo de la estrella musical Madonna. El ensayo de
Pabón provocó un pequeño escándalo entre los intelectuales puertorriqueños
nacionalistas, que lo interpretaron como un sacrilegio y ofensa hacia la nación.
Otros artículos que toman explícitamente el travestismo como tema muestran
la sensibilidad del tema en el contexto colonial puertorriqueño; véase por
ejemplo el artículo de López Borrero (2000) titulado “She/Male” publicado
en el periódico El Nuevo Día, que habla de incluso del travestismo como una
“triste inconformidad”: “En nuestra bella Isla del Espanto, durante la última
década del desaparecido siglo XX, y en estos primeros pasos del Tercer Milenio,
por aquello de estar en la corriente del famoso globalismo, como en otros
tantos países de gran desarrollo y cultura, se ha puesto de moda ser Hombre/
Mujer. (…) Lo triste es que estos nuevos She/Male son ridículos, absurdos
y afectados, seres que no llegan ni a la categoría de travestis o transexuales.
Trágicamente indefinidos, estos esperpentos son dignos de pena”.
7
El travesti corresponde según Garber (1992:16), a una “crisis de categorías”: “By
category crisis I mean a failure of definitional distinction, a borderline that becomes
permeable, that permits of borders crossings from one (apparently distinct) category
to another: black/white, jew/christian (…) The binarism male/female, one apparent
ground of distinction, (…) between this and that, ‘him’ and ‘me’, is itself put in
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Vol. XX, Núm. x - xxxxx de 2005 • HOMINES •